Según la advertencia de un estudio de la Universidad de Harvard, si los niños de repente se enamoran especialmente de tres colores: gris, azul y negro, los padres deberían observar más de cerca para detectar rápidamente señales de inestabilidad psicológica en sus hijos.
El color y su relación con el estado mental
El color no es simplemente un fenómeno visual. Los científicos han demostrado desde hace tiempo que el cerebro humano recibe más del 80% de la información a través de la visión y que el color puede activar regiones emocionales, lo que afecta directamente al estado de ánimo, al comportamiento e incluso a la salud mental.

Los colores favoritos pueden reflejar problemas psicológicos en los niños (Foto: Getty).
Un notable estudio realizado por la Universidad de Harvard y la Universidad de Vermont analizó más de 43.000 fotos de Instagram de 166 usuarios, incluidos aquellos diagnosticados con depresión y aquellos que estaban completamente sanos.
Los resultados mostraron que las personas con depresión tendían a elegir filtros de fotografía fríos y con poca luz, como gris o azul, y rara vez publicaban fotos o selfies felices. Por el contrario, las personas sanas prefieren colores más cálidos e imágenes más brillantes y vívidas.
Más importante aún, los investigadores también construyeron un modelo que puede predecir signos de depresión simplemente analizando los colores en las fotografías, con hasta un 70% de precisión.
Esto sugiere una nueva dirección en la detección temprana de trastornos psicológicos a través de manifestaciones aparentemente mundanas, como las preferencias de color.
Cuando a tu hijo solo le gusta el gris, el azul y el negro: señales que no debes ignorar
En el mundo de los niños, amar los colores es algo muy natural. Sin embargo, si su hijo de repente muestra una predilección particular por los colores oscuros y apagados y mantiene esta fascinación durante mucho tiempo, podría ser señal de un problema interno.
El gris, que es un color elegante en el diseño, tiene un significado ambiguo y negativo si los niños se apegan demasiado a él.
Los niños que aman el color gris son a menudo aquellos que se sienten confundidos, desorientados o tienden a retraerse y no quieren compartir sus sentimientos. En algunos casos, el gris también refleja un estado de ánimo deprimido y falta de energía.
El color azul no es una excepción. Aunque es un color favorito popular para muchos niños, especialmente varones, cambiar de colores brillantes a un amor profundo por el azul puede indicar un signo de depresión.
Muchos artistas han utilizado el color azul para expresar tristeza y soledad, como en las famosas pinturas de Van Gogh o en películas con fondos oscuros. Los niños que están inmersos en el color azul pueden sentirse indefensos o aislados en las relaciones sociales.
Y el negro, un color a menudo asociado con la pérdida y la presión, cuando los niños lo eligen con demasiada frecuencia, puede reflejar un estado de profunda soledad.
Un estudio psicológico demostró que las personas sentadas en un espacio completamente negro tienen más probabilidades de experimentar sentimientos negativos de lo habitual. La preferencia de un niño por el color negro no sólo muestra soledad sino que también advierte de un daño emocional o un deseo de más atención.
No saques conclusiones precipitadas, pero tampoco seas indiferente.
Aunque existe mucha evidencia científica que respalda el vínculo entre el color y la salud mental, los padres no deberían preocuparse demasiado ni dar a sus hijos "diagnósticos tempranos" solo por sus preferencias de color. La preferencia de un niño por un color no significa que tenga una enfermedad mental.
Sin embargo, si ese interés aparece de forma repentina, intensa y está acompañado de síntomas como tristeza, retraimiento, reducción de la interacción social o pérdida de interés en las actividades cotidianas, los padres deberían considerar consultar a un psicólogo.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/dh-harvard-tre-bong-thich-3-mau-nay-co-the-dang-gap-van-de-tam-ly-20250506075053278.htm
Kommentar (0)