MAI QUYEN (Según SCMP)
La insistencia de Papúa Nueva Guinea en un nuevo pacto de seguridad indica una mayor presencia estadounidense, pero también supone un revés para China en el Pacífico Sur.
El ejército estadounidense podría reforzar las instalaciones en Guam aumentando el acceso a las bases en Papúa Nueva Guinea.
Según el acuerdo firmado en mayo, Estados Unidos tendrá acceso irrestricto a seis puertos y aeropuertos clave en Papúa Nueva Guinea, así como el uso exclusivo de varias áreas para fines de construcción y desarrollo. Algunas disposiciones también abren oportunidades para que Washington establezca una presencia militar en un puerto de aguas profundas de gran valor estratégico, fortaleciendo así su postura de defensa militar en la segunda cadena de islas del Pacífico y, de esta manera, ampliando su capacidad para contener la influencia de China en el Pacífico Occidental.
Anteriormente, la oposición de Papúa Nueva Guinea criticó al gobierno del primer ministro James Marape por buscar un acuerdo con Estados Unidos que podría generar discordia con China. En una medida tranquilizadora, el gobierno de Puerto Moresby aseguró que las relaciones con su segundo socio comercial principal no se verían afectadas. El primer ministro Marape añadió que Pekín comprendía que Papúa Nueva Guinea la priorizaba sobre Taiwán, y que esto servía al interés nacional, no a preocupaciones geopolíticas ni a los intereses de China únicamente.
La verdadera influencia de China
Durante décadas, Australia ha sido el principal socio de seguridad de las naciones insulares del Pacífico Sur, a la que recientemente se han sumado Estados Unidos y China, en su competencia por expandir su influencia política, económica y de seguridad. Frente a la falta de interés inicial de Washington, Pekín ha incrementado constantemente su presencia en la región en los últimos años.
Sin embargo, los analistas afirman que, hasta ahora, los esfuerzos de China se han limitado a la explotación de recursos naturales y a la inversión en infraestructura básica. En particular, los expertos señalan que, según las declaraciones de Papúa Nueva Guinea, Pekín no ha logrado ningún avance significativo más allá del comercio. Esto se refleja en el hecho de que el exministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, no logró firmar un acuerdo de cooperación en seguridad durante su gira por ocho países de la región el año pasado.
Stewart Firth, investigador de la Universidad Nacional Australiana, afirmó que China podría haber malinterpretado la larga tradición de cooperación entre las naciones insulares del Pacífico Sur. A pesar de ser los países más pequeños del mundo, la región quiere demostrar que puede plantar cara a las superpotencias. Por eso, sería difícil para China usar su influencia para cambiar sus opiniones, afirmó Henry Ivarature, subdirector del Colegio de Seguridad del Pacífico de Australia.
Esta realidad se refleja en la incapacidad de Pekín para lograr el consenso de los 10 países insulares del Pacífico Sur sobre una "visión común de desarrollo", que incluya propuestas de seguridad. En contraste, muchos países de la región aliados con Estados Unidos y Taiwán han intensificado sus acciones conjuntas para abordar los desafíos relacionados con Pekín, como la pesca ilegal por parte de pescadores continentales. Recientemente, muchos países del Pacífico Sur también han expresado actitudes indeseables hacia la presencia de buques chinos. Por ejemplo, Palaos, un país insular, ha solicitado la ayuda de Estados Unidos para prevenir "actividades indeseables" de buques chinos en sus costas.
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