Pastel de palma: un manjar famoso en la zona de Bay Nui.
Entre los pasteles tradicionales del pueblo jemer, el ka tum es considerado el más famoso gracias a su hermosa presentación. Neang Phuong, artesana de la comuna de O Lam y una de las pocas personas que conservan la receta tradicional del ka tum, explica: «Los ingredientes del ka tum son: arroz glutinoso remojado, frijoles blancos, coco rallado, plátano macho y un poco de azúcar y sal. Su particularidad reside en que la corteza se teje con hojas de palma dándole forma de granada, y el tallo superior luce una característica flor de cuatro pétalos. Solo la elaboración de la corteza lleva unos 15 minutos». Al hervir, el pastel adquiere un color amarillo pálido similar al de las hojas, y su relleno pegajoso desprende el aroma a coco mezclado con el sabor de los frijoles, con un ligero dulzor, lo que lo hace muy popular. El pueblo jemer suele preparar ka tum durante el Tet y festivales como Chol Chnam Thmay y Sene Dolta.
Otro tipo de pastel del pueblo jemer es el Num Khnhay. Este pastel se elabora con arroz glutinoso lavado, molido y secado, mezclado con claras de huevo batidas para darle forma de jengibre, y luego se fríe en aceite hasta que se infla y adquiere un color dorado. El paso final consiste en bañarlo en agua azucarada. El secreto de su éxito reside en la correcta proporción de harina y huevos mezclados, así como en la técnica de fritura, que permite que el pastel quede crujiente, bien inflado y cubierto con una capa uniforme de azúcar. En las bodas, los jemeres suelen utilizar pan de jengibre para formar una hermosa "torre de pasteles", colocada en un lugar solemne, simbolizando la fertilidad y la unidad comunitaria. Sin embargo, este tipo de pastel no es común en la vida diaria; los jemeres solo lo preparan en festivales, ya que su elaboración es bastante compleja.
El pastel Ka tum atrae a los comensales por su linda apariencia.
En la vida religiosa del pueblo jemer, el bánh tet es una ofrenda importante. Para prepararlo, se requiere una cuidadosa preparación inicial. Se exprime el coco rallado para obtener el jugo; el arroz glutinoso se remoja durante la noche y se mezcla con leche de coco, sal y azúcar para realzar su sabor; se utilizan plátanos maduros como relleno. Generalmente, el pastel se envuelve en hojas de plátano y, al hornearse, desprende el aroma del arroz glutinoso, el sabor untuoso de la leche de coco y el dulzor del relleno. En las bodas tradicionales jemeres, el bánh tet se exhibe en el lugar más solemne, como símbolo de felicidad. Su consumo en las festividades representa una muestra de respeto y gratitud hacia los ancestros que nos dieron la vida, nos criaron y nos guiaron de regreso a nuestros orígenes.
El pastel de azúcar de palma es otro dulce popular entre los jemeres, muy apreciado en muchos lugares. Este pastel se elabora con azúcar de palma, harina de arroz y vino de arroz, lo que le confiere una textura esponjosa. Al cocerse al vapor, adquiere un color amarillo brillante y el aroma del azúcar de palma se fusiona con el característico aroma fermentado del vino de arroz. Si desea probar otros tipos de pasteles jemeres, deberá encargarlos con antelación o esperar a que se vendan durante las festividades. El pastel de azúcar de palma es más fácil de encontrar. A lo largo de las calles de la zona de Bay Nui, encontrará numerosos puestos que venden especialidades, entre ellas el pastel de azúcar de palma, con su fragante aroma.
El pastel Num Khnhay se prepara de forma elaborada.
La Sra. Neang Chanh, residente del barrio de Tinh Bien, comentó: “Todos los días abro un pequeño puesto donde vendo tortas de palma con fruta y jugo de palma a los transeúntes. Se venden rapidísimo; en cuanto encuentro un grupo de clientes, las comparten y se las llevan todas”. Antiguamente, el pueblo jemer preparaba las tortas de palma para ofrecerlas en ceremonias o como plato familiar. Más tarde, al ver que gustaban a muchos comensales, comenzaron a venderse y se convirtieron en un manjar famoso en toda la región.
Las tartas tradicionales del pueblo jemer se caracterizan por el uso de ingredientes fáciles de encontrar en sus regiones, su estrecha relación con el entorno ecológico local y sus técnicas de elaboración artesanal transmitidas de generación en generación. Desde moler la harina en un mortero de piedra y tejer la masa a mano, hasta freírla o cocerla al vapor con destreza para lograr el punto justo de crujiente o suavidad, todo refleja la meticulosidad y la singular cultura culinaria que ha perdurado hasta nuestros días.
Con el tiempo, algunos pasos de la elaboración de los pasteles, como moler la harina y rallar el coco, se han automatizado. Sin embargo, los valores tradicionales se siguen respetando y conservando en cada pastel. Cada pastel es un rasgo cultural único de la gastronomía típica del pueblo jemer, presente en la vida local.
MI LINH
Fuente: https://baoangiang.com.vn/doc-dao-banh-dan-gian-cua-dong-bao-khmer-a425694.html






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