Antes de eso, el Sr. Q. tenía dolor de cabeza en la parte superior del cuerpo y las sienes, fiebre y mareos. Quienes lo rodeaban pensaron que había sufrido un derrame cerebral, así que le rasparon la cara. Unas horas después, los síntomas no mejoraron, por lo que fue llevado a urgencias de un hospital cercano a su domicilio. El médico registró que su presión arterial había subido hasta 218/130 mmHg y le recetó antihipertensivo. Un día después, su presión arterial se estabilizó y recibió el alta.
El dolor de cabeza no cede a pesar de la reducción de la presión arterial
El Sr. Q. continuó tomando el medicamento según las indicaciones del médico, pero el dolor de cabeza no remitió, a pesar de que su presión arterial ocasionalmente bajaba a 140/90 mmHg. Acudió a urgencias por segunda vez en el Hospital General Tam Anh de Ciudad Ho Chi Minh.
El Doctor Especialista 2, Maestro Huynh Thanh Kieu, Jefe del Departamento de Medicina Interna y Cardiología 1, informó que el paciente Q. acudió al hospital con letargo, mareos, cefalea intensa, rigidez de nuca y presión arterial sistólica de 200 mmHg, difícil de controlar con cuatro tipos de medicamentos. La tomografía computarizada cerebral sin contraste no mostró anomalías ni imágenes típicas de infarto cerebral ni hemorragia. Se le administró una dosis mayor de medicamento para controlar la presión arterial. Sin embargo, la cefalea se volvió cada vez más intensa, acompañada de un aumento del dolor en todo el cuerpo, lo que hizo sospechar al médico otra causa subyacente.
Al Sr. Q. le midieron la presión arterial y le revisaron el estado físico después de una semana de tratamiento.
Foto: PL
Cardiólogos y neurólogos se pusieron en contacto rápidamente y decidieron realizar una punción lumbar al paciente. La punción arrojó una pequeña cantidad de líquido lumbar con sangre, que se sospechó se debía a una hemorragia cerebral. Al Sr. Q. se le realizó una tomografía computarizada cerebral con contraste, que mostró una hemorragia subaracnoidea, pero no un aneurisma cerebral.
El doctor especialista Huynh Tri Dung, del Departamento de Neurocirugía del Hospital General Tam Anh de Ciudad Ho Chi Minh, explicó que la hemorragia subaracnoidea es una afección que se produce en el espacio subaracnoideo (entre la aracnoides y la piamadre que rodea el cerebro). Esta es una forma muy peligrosa de hemorragia cerebral. Si el paciente no recibe tratamiento oportuno, puede morir repentinamente o sufrir complicaciones graves.
La causa de una hemorragia subaracnoidea suele ser un aneurisma o un traumatismo craneoencefálico. En el caso del paciente Q., quien no sufrió traumatismo ni aneurisma cerebral, el médico determinó que la hemorragia se debió a un aumento repentino de la presión arterial, lo que generó presión en el área intracraneal.
Cuando aparezcan síntomas de sospecha de hemorragia cerebral como dolor de cabeza intenso con náuseas, vómitos, mareos..., no se debe raspar bajo ningún concepto la espalda del paciente, realizar respiración artificial ni administrarle medicamentos de forma arbitraria.
Ilustración: IA
La presión arterial alta es un factor de riesgo de accidente cerebrovascular.
Según el Dr. Kieu, la hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo de accidente cerebrovascular. La mayoría de las personas que sufren un primer accidente cerebrovascular presentan hipertensión. El Dr. Kieu explica que cuando la presión arterial supera los 180/120 mmHg, daña los vasos sanguíneos, haciéndolos más estrechos y rígidos, y causando acumulación de grasa (ateroesclerosis).
Se pueden formar coágulos de sangre en zonas con depósitos de grasa y viajar al cerebro, causando un accidente cerebrovascular isquémico. Al mismo tiempo, los aumentos repentinos de la presión arterial pueden debilitar las paredes de los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de rotura de vasos sanguíneos y provocando una hemorragia cerebral, que a su vez causa un accidente cerebrovascular hemorrágico, como en el caso del paciente Q.
Absolutamente ningún raspado o respiración artificial.
Para prevenir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular debido a la presión arterial alta, cada persona debe controlar de forma proactiva la presión arterial alta tomando la medicación según lo prescrito, cambiando el estilo de vida...; haciendo ejercicio regularmente; comiendo una dieta sana y equilibrada; dejando el alcohol, el tabaco, las sustancias adictivas, los estimulantes...
Ante la aparición de síntomas de sospecha de hemorragia cerebral, como dolor de cabeza intenso con náuseas, vómitos, mareos, convulsiones, debilidad en un lado del cuerpo, visión doble, dificultad para hablar o deterioro cognitivo, es necesario acudir al hospital para una evaluación oportuna. Se debe evitar por completo el uso de ventosas, respiración artificial o la administración arbitraria de medicamentos para evitar el agravamiento de la enfermedad, que puede dejar secuelas posteriores.
Fuente: https://thanhnien.vn/dot-ngot-dau-dau-nghi-bi-trung-gio-nhap-vien-2-lan-moi-phat-hien-dot-quy-185250422210735772.htm
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