Un equipo de científicos del Instituto de Óptica y Mecánica de Precisión de la Academia China de Ciencias acaba de anunciar el éxito de las pruebas de un nuevo interruptor óptico en el espacio: un dispositivo que puede cambiar por completo el proceso de transmisión de comunicaciones por satélite, lo que permitirá crear antes una red 6G global.
El conmutador óptico chino, lanzado a órbita mediante un cohete Y-7 en agosto de 2023, es capaz de transmitir señales ópticas directamente de un punto a otro sin necesidad de conversión intermedia a señales electrónicas. En esencia, funciona como un espejo, reflejando y redirigiendo los rayos ópticos.
Los científicos chinos denominan a esta tecnología «conmutación óptica espacial». Cabe destacar que ofrece una velocidad de transmisión de hasta 40 Gb/s. En comparación, los canales satelitales modernos suelen transmitir datos a una velocidad de tan solo 1 Gb/s.
Las ventajas de la conmutación óptica se deben a las propiedades físicas de la luz. A diferencia de las ondas de radio utilizadas en los satélites tradicionales, los haces de luz tienen un rango de frecuencia mucho más amplio. Esto permite transmitir una cantidad significativamente mayor de datos en una sola señal.
Además, la velocidad de la luz es mucho mayor que la de las ondas de radio. En particular, al no haber conversión, las señales se transmiten del transmisor al receptor en un tiempo mínimo.
Expertos chinos afirmaron llevar más de diez años trabajando en el proyecto. Según ellos, la nueva tecnología es esencial para el desarrollo de las redes ultrarrápidas de próxima generación, incluyendo estaciones terrestres y satélites en órbita. Resulta especialmente adecuada para las redes 5G y 6G.
Sin embargo, antes de aplicar esta tecnología en la práctica, deben resolverse una serie de problemas técnicos, de los cuales el más importante es garantizar la alta precisión y estabilidad de los dispositivos ópticos, así como su protección fiable contra la radiación.
(según Securitylab)
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