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| La economía de Japón está saliendo gradualmente de la recesión gracias a una fuerte recuperación de la demanda interna después del Covid-19. (Fuente: Reuters) |
Sin embargo, las señales de desaceleración del crecimiento en importantes economías como Estados Unidos, Europa y China están ensombreciendo cada vez más las perspectivas para la economía dependiente de las exportaciones y aumentando los temores de que el Banco de Japón (BoJ) pueda retirar su masivo programa de estímulo para la economía.
El consumo seguirá impulsando el crecimiento a medida que la flexibilización de las restricciones por la COVID-19 impulse el gasto en turismo y servicios, pero la recuperación económica será moderada, ya que la débil demanda externa lastra las exportaciones. Ante la fuerte demanda interna, las exportaciones se desacelerarán, afirmó Yoshiki Shinke, economista jefe del Instituto de Investigación Dai-ichi Life.
Los datos del gobierno japonés del 17 de mayo mostraron que la tercera economía más grande del mundo creció un 1,6% interanual en el período enero-marzo, superando ampliamente el pronóstico anterior del mercado del 0,7%, lo que marca el primer aumento en tres trimestres.
El consumo privado, que representa más de la mitad de la economía, aumentó un 0,6% en el primer trimestre de 2023 con respecto al trimestre anterior, ya que el país reabrió después de la pandemia, lo que ayudó a impulsar el gasto en servicios.
El producto interno bruto (PIB) de Japón alcanzó un récord de 570,1 billones de yenes (4,22 billones de dólares), en parte debido al aumento de los precios, dijo el ministro de Economía, Shigeyuki Goto.
Sin embargo, el Sr. Goto comentó que es necesario ser cauteloso ante los nuevos desafíos y riesgos: "Debemos prestar mucha atención a la economía global, al impacto de los mercados financieros y al aumento de las tasas de interés en la economía real".
La fuerte demanda interna compensó la disminución de las exportaciones, que cayeron un 4,2% en enero y continuaron hasta marzo, marcando el primer descenso en seis trimestres.
"La demanda mundial de materias primas ha sido débil, por lo que las exportaciones son débiles. La producción industrial también es débil, por lo que no podemos esperar que a los fabricantes les vaya bien en el corto plazo", dijo Toru Suehiro, economista de Daiwa Securities.
El aumento de los costos de los combustibles y los alimentos, que ha impulsado la inflación al consumidor de Japón por encima del objetivo del 2 por ciento del BoJ, podría afectar el consumo a menos que se mantengan los aumentos salariales, dijeron los analistas.
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