El señor Tri Tin siempre dedica mucho tiempo al cuidado de su esposa e hijos para mantener la felicidad familiar.
"Mi marido y yo tenemos una muy mala relación. Discutimos cada vez que abrimos la boca" - La señora Kieu Trinh, del barrio de Ninh Kieu, en la ciudad de Can Tho , habla sobre un período de crisis matrimonial en su vida.
Trinh y su esposo llevan más de cinco años casados y tienen una hija. Durante todo este tiempo, la pareja ha tenido muchos altibajos. Trinh cuenta: «Al principio, mi esposo y yo éramos muy felices. Cada día, cada uno iba a trabajar a un lugar diferente; por la tarde, después del trabajo, íbamos juntos al mercado, cocinábamos y cenábamos en un ambiente cálido. El período más difícil de nuestro matrimonio fue después de dar a luz y tener que pausar mi carrera para cuidar a la bebé. Mi esposo y yo nos mudamos del campo a la ciudad para emprender un negocio, viviendo lejos de nuestra familia, así que no teníamos parientes que nos ayudaran. Durante ese tiempo, estaba muy estresada. Además, mi hija era traviesa y lloraba mucho, lo que me ponía aún más estresada e irritable».
Por falta de confianza en sí misma, Trinh desarrolló celos. Debido a esto, ella y su esposo discutían constantemente. Muchas veces, incapaz de soportar el mal humor de su esposa, su esposo reunía a amigos para beber afuera. Con frecuencia, sus padres les aconsejaban que pensaran el uno en el otro... Gracias a que su madre le había enseñado el secreto de "cocer arroz a fuego lento durante toda la vida sin quemarlo", Trinh poco a poco fue ajustando su temperamento y controlando sus emociones y su ira.
En cuanto al esposo de Trinh, también dedica mucho tiempo al cuidado de su esposa e hijos. Este nuevo año escolar, la hija de Trinh empieza el jardín de infancia, y su esposo la anima a volver al trabajo. Intenta sacar tiempo para ayudarla con las tareas domésticas y el cuidado de los niños para aliviar su carga mental.
Muchas parejas felices creen que el amor, el cariño y el respeto mutuo son factores importantes para limitar los conflictos matrimoniales. El Sr. Tri Tin, del barrio de Ninh Kieu, compartió: “Mi esposo y yo a veces discutimos y alzamos la voz. En realidad, el motivo de la discusión no es grave, pero debido a la presión laboral y a una vida ajetreada, el cansancio nos hace enojarnos con facilidad. Después del momento de enojo, ambos intentamos reconciliarnos y fortalecer la estabilidad familiar”.
El señor Tin concluyó que, además de ser el pilar económico de la familia, el marido necesita prestar atención a los sentimientos de su esposa, cuidar y educar a los hijos, mantener la felicidad familiar demostrando amor, cariño y escuchando, además de ser un ejemplo brillante de moralidad y estilo de vida para los miembros.
La señora Thuy y el señor Tuan, residentes en la comuna de Phong Dien, ciudad de Can Tho, llevan más de 47 años casados y tienen dos hijos que han alcanzado el éxito. Tras una larga convivencia, ambos conocen bien la personalidad del otro, pero aun así no pueden evitar los desacuerdos y las discusiones.
La Sra. Thuy comentó: “Mi esposo es muy temperamental. Cada vez que está cansado del trabajo, se enoja sin motivo y les grita a su esposa e hijos. También le gusta beber con sus amigos. Me preocupa su salud, pero no puedo impedírselo. A cambio, mi esposo ama a su esposa y consiente mucho a sus hijos”. Como comprende el temperamento de su esposo, cada vez que se enojan, la Sra. Thuy cede y evita discutir. Cuando su esposo se calma, le aconseja con delicadeza que abandone poco a poco sus malos hábitos.
La Sra. Thuy compartió: “Después de pasar por dificultades, valoro más la felicidad y preservo con mayor profundidad el amor entre marido y mujer. En mi opinión, para tener una familia feliz, es importante que las personas involucradas sean tolerantes, sepan cuidarse, vean las fortalezas y debilidades del otro y se reconcilien”.
Según los psicólogos, en la vida matrimonial los conflictos son inevitables, derivados de las diferencias individuales en psicología, pensamientos, emociones y perspectivas de vida, además de verse afectados por presiones externas como las económicas y laborales. Cada pareja tiene su propia manera de cultivar la felicidad. Sin embargo, el punto clave para construir una familia armoniosa es que marido y mujer se respeten, se amen y se cuiden mutuamente. Cuando surgen conflictos, ambos deben comunicarse con franqueza y comprenderse para resolverlos de forma armoniosa y constructiva.
Artículo y fotos: KIEN QUOC
Fuente: https://baocantho.com.vn/dung-hoa-hanh-phuc-a190817.html






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