Casi 55 millones de personas en África occidental y central se enfrentarán a una grave hambruna en los próximos meses debido al aumento vertiginoso de los precios, lo que desencadenará una crisis alimentaria, según han advertido agencias de las Naciones Unidas.

Refugiados esperan recibir ayuda alimentaria en Goma, República Democrática del Congo.
Según Al Jazeera, en una declaración conjunta del 12 de abril, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirmaron que el número de personas que padecen hambre entre junio y agosto se ha cuadruplicado en los últimos cinco años.
El comunicado conjunto señala que los desafíos económicos, como la inflación de dos dígitos y el estancamiento de la producción nacional, se han convertido en las principales causas de la crisis alimentaria, además de las recurrentes tensiones derivadas de los conflictos en la región. La región depende en gran medida de las importaciones de alimentos y, por lo tanto, se encuentra bajo una enorme presión, especialmente los países con alta inflación como Ghana, Nigeria y Sierra Leona.
El comunicado indicaba que Nigeria, Ghana, Sierra Leona y Malí estarían entre los países más afectados. La situación era especialmente preocupante en el norte de Malí, donde unas 2.600 personas podrían enfrentarse a una hambruna catastrófica.
Los precios de los principales cereales han seguido aumentando en toda la región durante los últimos cinco años, pasando de un 10% a más del 100% por encima del promedio, según informan organismos de la ONU.
“Debemos actuar ya. Debemos intensificar nuestra cooperación para evitar que la situación se descontrole. Debemos invertir más en soluciones que fomenten la resiliencia y sean más duraderas para el futuro de África Occidental”, declaró Margot Vandervelden, directora regional interina del PMA para África Occidental.
La escasez de alimentos también provoca niveles alarmantemente altos de desnutrición infantil.
Ocho de cada diez niños de entre 6 y 23 meses no reciben la cantidad mínima de alimentos necesaria para un crecimiento y desarrollo óptimos, según informaron las agencias.
La organización también afirmó que unos 16,7 millones de niños menores de cinco años en la región sufren desnutrición grave y que más de dos tercios de las familias no pueden permitirse una dieta saludable.
“Para que los niños de la región alcancen su máximo potencial, debemos asegurarnos de que cada niña y niño reciba una buena nutrición y atención, viva en un entorno sano y seguro, y tenga la oportunidad de aprender”, afirmó Gilles Fagninou, director regional de UNICEF.
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