Estos son los huracanes más poderosos del planeta, con vientos capaces de causar una destrucción generalizada.
“Máquina gigante” lleva la energía del océano al cielo
Según NASA Space Place, los ciclones tropicales actúan como máquinas gigantes que obtienen combustible del aire cálido y húmedo sobre el océano.
A medida que el aire asciende, dejando una zona de baja presión debajo, el aire más frío de los alrededores entra inmediatamente, se calienta y continúa ascendiendo.
Este proceso se repite, provocando que el sistema de nubes y vientos se expanda y prospere gracias a que es “nutrido” continuamente por el calor y el vapor de agua del océano.
Lo especial es que el movimiento vorticial de un huracán se ve directamente afectado por el efecto Coriolis, una consecuencia de la rotación de la Tierra alrededor de su eje.

El efecto Coriolis provoca que los huracanes giren en direcciones diferentes en los dos hemisferios.
En el hemisferio norte, los huracanes giran en sentido contrario a las agujas del reloj, mientras que en el hemisferio sur giran en el sentido de las agujas del reloj.
Esta fuerza provoca que las masas de aire se muevan en la dirección equivocada y giren alrededor de la zona de baja presión, en lugar de precipitarse directamente hacia el centro.
Visto desde el espacio, un huracán completo aparece como un disco circular gigante con bandas de nubes en espiral que giran alrededor del ojo.
El pacífico "ojo" en medio de la tormenta
En contraste con el poder destructivo del exterior, el ojo de la tormenta es el lugar más tranquilo de todo el sistema.
Se trata de una zona de escasa nubosidad, viento ligero y baja presión, con un diámetro medio de 30 a 60 km.
Sin embargo, existen tormentas con un ojo de tan solo unos 3 km (huracán Wilma), y tormentas con un diámetro de hasta 320 km (huracán Carmen en 1960, según datos de radar de Okinawa, Japón).
Rodeando el ojo de la tormenta hay un anillo de nubes densas llamado pared del ojo, donde se concentran los vientos más fuertes, las lluvias más intensas y las zonas más peligrosas.

Imagen del ojo de una tormenta tomada desde la estación espacial (Foto: NASA).
A medida que el aire cálido y húmedo asciende continuamente desde la superficie del océano, se enrosca y se mueve en una órbita espiral alrededor del ojo de la tormenta, creando “muros” de nubes de hasta decenas de kilómetros de altura.
El aire a alta presión de la atmósfera superior desciende hacia el ojo de la tormenta, lo que provoca que esta región se estabilice y mantenga su forma característica durante toda la vida de la tormenta.
¿Cuándo se forma un huracán?
El cambio climático provoca que las tormentas aparezcan cada vez con mayor frecuencia, con gran intensidad y de forma impredecible.
Ante esa situación, el Centro Nacional de Pronóstico Hidrometeorológico emitió instrucciones sobre cómo reconocer y distinguir los niveles de viento de tormenta, así como el impacto de cada nivel.
La tormenta presenta vientos más fuertes de nivel 8 o superior y puede ir acompañada de ráfagas.
Las tormentas con los vientos más fuertes de nivel 10-11 se llaman tormentas fuertes, de nivel 12-15 son tormentas muy fuertes y de nivel 16 en adelante se clasifican como supertormentas.
En la etapa inicial, las perturbaciones en la superficie del mar crean una depresión tropical, con velocidades de viento promedio de 39-61 km/h.
A este nivel, los árboles empiezan a temblar, los peatones tienen dificultades para moverse, el mar está agitado y supone un peligro para las embarcaciones pequeñas.
Cuando la velocidad del viento supera los 61 km/h, una depresión tropical se convierte en tormenta.
El viento puede romper ramas de árboles y arrancar techos de estructuras débiles, dificultando enormemente el paso de los peatones. El oleaje puede ser muy fuerte, lo que supone un gran peligro para los barcos que navegan cerca de la costa.
Cuando los vientos superan los 118 km/h, la tormenta se clasifica como tormenta muy fuerte (nivel 12 a 15).
A este nivel, la destrucción es enorme; las embarcaciones pequeñas pueden romperse o hundirse fácilmente si no están ancladas de forma segura.
Con un supertifón de nivel 16-17, las velocidades del viento pueden superar los 184 km/h, y el nivel de destrucción se considera el mayor.
Las olas altas y los fuertes vientos pueden hundir incluso grandes barcos, causando graves daños a personas y propiedades si llegan a tierra.
La dirección del movimiento de una tormenta suele estar determinada por 16 direcciones principales (Norte, Noreste, Este, Sureste, Sur, Suroeste, Oeste, Noroeste...).
¿Por qué se debilitan las tormentas al tocar tierra?
Los huracanes solo sobreviven gracias al flujo constante de agua cálida del océano. Cuando se desplazan sobre tierra firme o hacia aguas frías, esta energía se interrumpe, lo que provoca que la tormenta se debilite rápidamente.
La fricción con la superficie del suelo también reduce la velocidad del viento y rompe la estructura del vórtice.
Sin embargo, antes de disiparse, la tormenta aún puede provocar fuertes lluvias, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra debido a la enorme cantidad de vapor de agua que transporta.
Algunas tormentas, aunque debilitadas, continuaron avanzando tierra adentro, causando inundaciones generalizadas y graves daños.

Bac Ninh sufrió inundaciones históricas debido al impacto de la tormenta Matmo (Foto: Manh Quan).
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el cambio climático está provocando un aumento de las temperaturas oceánicas, creando condiciones favorables para la formación de tormentas más potentes, duraderas y generalizadas.
Comprender el mecanismo de formación y evolución de las tormentas ayuda a las personas a mejorar su capacidad para realizar pronósticos tempranos, minimizando así los daños a las personas y a la propiedad.
Los modernos modelos de predicción actuales combinan datos de satélites, radares meteorológicos e inteligencia artificial para predecir la trayectoria, la intensidad y la velocidad de desarrollo de las tormentas con una precisión cada vez mayor.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/giai-ma-qua-trinh-hinh-thanh-cua-nhung-con-bao-20251108111343257.htm






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