Foto ilustrativa. Periódico del Ejército Popular.
Entre los ejemplos típicos que se citan se encuentran el caso de una reina de belleza que hizo declaraciones insensibles y el caso de una película que se consideró que tenía un contenido histórico controvertido.
Seguir las tendencias, en pocas palabras, ver a alguien decir o hacer algo que te conviene e imitarlo, es un instinto natural del ser humano. Si la tendencia es positiva, es buena para la sociedad; pero si es negativa, se convierte en un riesgo que la lleva al atraso, la oscuridad, el estancamiento, el caos...
Entre los patrones de comportamiento negativos, la violencia social (vindicte sociale en francés) es una de las más peligrosas.
Se entiende como una multitud arrastrada por prejuicios negativos, resentimiento e incluso rabia, que al mismo tiempo le hacen adoptar actitudes extremas.
Una vez que el objeto del prejuicio, la indignación y la rabia es un ser humano, el comportamiento extremo puede llevar a "golpearlo hasta la muerte, no a golpearlo para dar una lección", como dijo un delegado de la Asamblea Nacional .
El comportamiento negativo, incluida la violencia social, en la era digital tiene el poder de propagarse, lo que significa que el poder de atacar y destruir es terrible, especialmente en las plataformas de redes sociales .
Este fenómeno ha estado y sigue causando estragos, causando daños a las víctimas y dejando numerosas consecuencias impredecibles para la sociedad. Este tipo de comportamiento debe considerarse extremadamente peligroso y deben tomarse las medidas adecuadas rápidamente, antes de que sea demasiado tarde.
El Estado, como actor principal en la gestión de la vida social y en la fijación de las normas que rigen el comportamiento de los sujetos en las relaciones sociales, debe desempeñar un papel clave en la formulación e implementación de esta política.
En primer lugar, es necesario revisar con urgencia la normativa actual sobre el ejercicio de la libertad de expresión en línea y contar con regulaciones oportunas y razonables para regular el comportamiento de los sujetos.
Por ejemplo, puede ser posible prohibir el uso de palabras que puedan crear prejuicios o incitar a la ira o al resentimiento para expresar opiniones que son de naturaleza atributiva desde una perspectiva personal.
Es necesario imponer sanciones civiles, administrativas y penales estrictas a los infractores; especialmente, es necesario aumentar las penas para los infractores que tienen una gran influencia en el público, correspondiente al nivel de daño que el acto causa a la sociedad y a las víctimas.
De hecho, no es fácil ni sencillo evaluar y distinguir entre la crítica constructiva y la crítica maliciosa. Quien tiene el derecho de juzgar en nombre de la autoridad debe realizar la evaluación de forma objetiva e imparcial para llegar a una conclusión justa.
Además, las autoridades deben cumplir estrictamente el principio de gestión social por ley.
Todas las decisiones de gestión, especialmente las decisiones sobre el manejo, sanción y represión de las violaciones de la ley, deben basarse en normas objetivas, claramente definidas y ampliamente reconocidas, no en las opiniones y sentimientos personales de quien toma las decisiones ni en la psicología de masas .
Según el profesor asociado, Dr. NGUYEN NGOC DIEN N - Tuoi Tre Online
Fuente
Kommentar (0)