Mamá dijo que mis padres se casaron cuando ambos se graduaron de la universidad. A esa temprana edad, uno pensaría que solo uno o dos años después de la boda, la pequeña familia estaría llena de risas infantiles. Pero el tiempo pasó tranquilamente y mi madre seguía sin tener buenas noticias. En aquel entonces, cada vez que alguien me contaba algo bueno para el embarazo y el parto, mi padre hacía todo lo posible por encontrarlo y llevárselo a mi madre. Esa perseverancia y gran amor finalmente dieron sus frutos. El día que descubrió que su madre estaba embarazada, su padre estaba aún más emocionado que su madre. Y desde entonces, papá casi no dejaba a mamá hacer nada en la casa. Desde cocinar hasta lavar la ropa, papá se encarga de todo él mismo. Papá asume todas las dificultades, con la única esperanza de que la madre y el niño estén a salvo.
El día que naciste lloré, pero eran lágrimas de alegría. El pequeño bebé rojo yacía sobre el pecho de su madre, mientras su padre sonreía brillantemente, acunando al bebé como un milagro. La sonrisa de papá ese día, creo, fue una de las sonrisas más hermosas del mundo. Como la madre tuvo una cesárea y no tuvo tiempo de producir leche, el padre fue el primero en sostener al bebé y alimentarlo con las primeras gotas de leche. El día que me dieron de alta del hospital y regresé a casa, no fue mi madre ni mi abuela, sino mi padre quien fue la primera persona que me bañó. La imagen de su padre alto, algo torpe pero paciente y gentil, cuidando cada pequeño detalle, aún está guardada en el teléfono de su madre. A veces mi madre lo abre para que yo lo vea. Esos momentos quizás nunca los pueda olvidar en esta vida.
Día a día, crecí en el amor de mi madre, mi abuela y mi padre. Si las madres y las abuelas siempre cuidan meticulosamente las comidas y el sueño de sus hijos, les enseñan disciplina y modales, entonces son los padres quienes exploran el mundo colorido con sus hijos. Papá llevó a su hijo a volar una cometa, explicándole por qué las cometas pueden volar, por qué los pájaros hacen nidos en ramas altas y cómo correr rápido sin caerse. Gracias a esas sencillas lecciones, en la primera competición de carreras en la escuela, gané el tercer lugar. Cada paso que di ese día hizo eco de las palabras de mi padre: "No tengas miedo, sigue adelante y corre con todo tu corazón". No sólo enseña a sus hijos a caminar con firmeza, sino que también los prepara silenciosamente para la vida con amor y cosas sencillas pero extremadamente valiosas.
La gente a menudo elogia los platos de su madre y su abuela. Pero para mí los platos que cocinas tienen un sabor especial irremplazable. Hubo una época en la que, aunque trabajaba lejos de casa y rara vez tenía oportunidad de volver, siempre que sabía lo que le gustaba a mi hijo trataba de preparárselo cuando era posible. Como ya me he acostumbrado al sabor de esos platos, o a las tortas de plátano, tortas de batata, y panqueques... que hacía mi papá, ya no me interesan los regalos de las tiendas. Solo espero con ansias el día en que papá regrese a casa, para estar con él nuevamente, oler su aroma y disfrutar de una comida deliciosa en la cálida risa de la familia.
Hay una cosa que a menudo le digo a mi papá por teléfono, pero parece que, por mucho que la diga, nunca es suficiente: ¡Te amo mucho, papá! Siempre le deseo a usted y a su familia, salud y seguridad por siempre. ¡Ser tu hijo es mi orgullo, mi suerte y mi mayor felicidad en la vida! .
Hola amor, temporada 4, tema "Padre" se lanzó oficialmente a partir del 27 de diciembre de 2024 en cuatro tipos de prensa e infraestructura digital de Radio - Televisión y Periódico Binh Phuoc (BPTV), prometiendo llevar al público los maravillosos valores del sagrado y noble amor paternal. |
Fuente: https://baobinhphuoc.com.vn/news/19/172636/hanh-phuc-khi-la-con-cua-bo
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