Ilia Topuria acaba de conseguir una victoria sobre Charles Oliveira en la mañana del 29 de junio. |
Topuria, con su pequeña estatura pero un poder devastador, se ha convertido en el protagonista de una nueva era en la UFC. Dos campeonatos en dos categorías de peso diferentes —pluma y ligero— no son el objetivo, sino solo el primer hito en la trayectoria de un luchador intrépido.
Topuria llegó a la UFC no por el bombo publicitario ni por la publicidad local. Entró al octágono con una actitud serena, victorias contundentes y un espíritu de acero que desconfiaba tanto de sus oponentes como de los espectadores.
Charles Oliveira, Max Holloway y Alexander Volkanovski, nombres que antaño fueron símbolos de resistencia y clase, cayeron víctimas de esta "pequeña bomba" española de origen georgiano. En la mañana del 29 de junio, Charles Oliveira fue noqueado por Topuria en el primer asalto del UFC 317 en Las Vegas (EE. UU.). Una victoria convincente, impresionante y satisfactoria.
Lo que distingue a Topuria no son solo sus habilidades de combate. Es cómo emergió de las calles, donde el dinero se ganaba con sangre y lágrimas, para convertirse en la estrella más brillante bajo las luces de Las Vegas. En la ciudad que nunca duerme, donde las apuestas pueden determinar la carrera de un boxeador, la gente empezó a apostar por él, no solo con dinero, sino con fe.
Dana White, el famoso magnate de la UFC, vio rápidamente la joya en bruto. En Topuria, no solo tenía un campeón, sino una marca. Un luchador que emocionaría a los aficionados, enloquecería a los medios y haría que los apostadores ansiaran ganancias.
En una era en la que la UFC se está volviendo cada vez más industrializada, Topuria es el candidato perfecto: feroz en la jaula, tranquilo fuera del ring y lo suficientemente inteligente como para entender que posee el tipo de poder que muchos codician.
Y ahora, con dos cinturones de campeonato en su colección, Topuria sueña con alcanzar alturas sin precedentes: tres divisiones de peso. ¿Suena loco? Quizás. Pero para un luchador que nunca ha conocido la derrota, las cosas más locas suelen ser las más posibles.
Charles Oliveira (derecha) perdió en la primera ronda contra Topuria. |
La transformación de "villano", abucheado cada vez que aparecía, a un ícono cuyo nombre se gritaba a viva voz es la prueba más clara de la madurez de Topuria. En el mundo de las MMA, donde los personajes suelen ser estereotipados, él está reescribiendo el guion. Ya no es el "malo", sino el "protagonista": el líder de una nueva ola.
Pero por muy brillante que sea una estrella, necesita un oponente digno para convertirse en leyenda. E Islam Makhachev, el famoso luchador daguestaní, es el nombre destinado a la gran batalla que la UFC y el mundo esperan. Será un choque no solo entre dos campeones, sino también entre dos filosofías opuestas: la bravuconería callejera contra la escuela daguestaní de disciplina y control absolutos. Una gran explosión es inevitable.
A tan temprana edad, Topuria posee lo que muchos no pueden lograr en toda su carrera: títulos, reconocimiento, atención mediática y... el miedo de sus oponentes. Pero sobre todo, posee un arma inconmensurable: un espíritu de acero. Eso es lo que convierte a Topuria en un modelo a seguir, no solo en el octágono, sino también ante los ojos de los jóvenes deseosos de superar sus límites.
La UFC ha dado lugar a muchas leyendas, desde Georges St-Pierre hasta Khabib, desde Anderson Silva hasta Conor McGregor, pero quizá la era de la "minibomba" esté a punto de llegar. Y si Topuria logra detonar otro título, no solo será la estrella más brillante... sino también el luchador cuyo nombre quedará grabado en la historia con mayúsculas.
Fuente: https://znews.vn/ilia-topuria-qua-bom-nho-sap-lam-no-tung-the-gioi-ufc-post1564598.html
Kommentar (0)