Sin embargo, el primer ministro Bisher al Khasawneh no especificó qué decisiones tomaría Jordania.
La declaración se produce apenas unos días después de que Jordania retirara a su embajador en Israel en protesta por la ofensiva de Israel en Gaza en respuesta a un ataque de Hamas el 7 de octubre.
La semana pasada, Jordania también anunció que al embajador de Israel (que abandonó Ammán poco después de que Hamás lanzara el ataque del 7 de octubre) no se le permitiría regresar, declarándolo persona non grata.
El primer ministro jordano, Bisher Khasawneh, declaró a los medios estatales: "Jordania tiene todas las opciones sobre la mesa mientras abordamos la operación israelí en Gaza y sus consecuencias".
El Sr. Khasawneh dijo que el asedio de Gaza por parte de Israel no fue un acto de legítima defensa, como afirmó Israel. "Los brutales ataques de Israel no distinguen entre objetivos civiles y militares y están ampliando sus ataques a zonas seguras y ambulancias".
Israel ha negado haber atacado deliberadamente a civiles en zonas densamente pobladas, afirmando que Hamás está utilizando a civiles como escudos humanos, cavando túneles bajo hospitales y utilizando ambulancias para transportar soldados.
"Las relaciones con Jordania son de importancia estratégica para ambos países y lamentamos las declaraciones insultantes de los dirigentes jordanos", afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel en un comunicado.
Varios diplomáticos con conocimiento de los asuntos internos de Jordania dijeron que el país está reconsiderando sus vínculos económicos, de seguridad y políticos con Israel y podría congelar o cancelar partes del tratado de paz que firmó si el conflicto de Gaza empeora.
La guerra entre Israel y Hamás ha alimentado preocupaciones de larga data en Jordania, hogar de una gran población de refugiados palestinos y sus descendientes. Temen que Israel pueda expulsar en masa a los palestinos de Cisjordania, donde los ataques israelíes contra residentes palestinos han aumentado desde que Hamás lanzó una ofensiva el 7 de octubre.
El rey Abdullah expresó estas preocupaciones durante las conversaciones con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Bruselas, advirtiendo del potencial de que la violencia se extienda a Cisjordania y Jerusalén Oriental, predominantemente árabes, si los ataques de colonos judíos contra civiles palestinos se salen de control.
El ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman Safadi, dijo que cualquier medida para deportar palestinos a Jordania, que limita con Cisjordania, sería una "línea roja" que equivaldría a una declaración de guerra.
“Nos enfrentaremos a cualquier intento de expulsar a los palestinos en un intento de cambiar la geografía y la demografía de Israel”, añadió Safadi.
El ejército jordano ha reforzado posiciones a lo largo de su frontera, dijeron fuentes de seguridad.
Los diplomáticos dijeron que Jordania ha hecho de estas preocupaciones el foco de las conversaciones con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, desde que comenzó la guerra de Gaza y probablemente se plantearán nuevamente en una próxima reunión con el director de la CIA, William Burns, durante su visita a Jordania.
Nguyen Quang Minh (según Reuters)
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