El síndrome de hipercoagulabilidad es causa de diversas enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular, la aterosclerosis y la valvulopatía. Estas enfermedades representan las principales causas de muerte en los países desarrollados, y esta tendencia va en aumento. El uso de anticoagulantes en la medicina moderna, combinado con fármacos activadores de la sangre en la medicina tradicional, aumenta la eficacia del tratamiento; sin embargo, también puede aumentar el riesgo de hemorragia en los pacientes.

Esta información fue presentada recientemente por médicos del Instituto Militar de Medicina Tradicional durante un seminario sobre el tema "Anticoagulantes en la práctica clínica y prescripciones activadoras de la sangre de la medicina tradicional china", destinado a mejorar los conocimientos y las habilidades de la práctica clínica al combinar la medicina moderna y tradicional en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares complejas.
Según la Sra. Le Thi Huyen Trang (Departamento de Farmacia, Hospital Militar de Medicina Tradicional), los anticoagulantes son medicamentos que ayudan a reducir la formación de coágulos sanguíneos (trombos) en el sistema circulatorio. En algunas enfermedades, el cuerpo crea fácilmente coágulos sanguíneos innecesarios. Estos coágulos pueden causar graves consecuencias locales y propagarse a diferentes partes del cuerpo; por ejemplo, al llegar al cerebro, pueden causar hemiplejia, coma, etc. Los anticoagulantes se utilizan para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en el corazón y los vasos sanguíneos.
Al recetar medicamentos, los médicos deben comprender a fondo la farmacocinética, la farmacodinamia, las indicaciones, las contraindicaciones, la dosis, la administración, los efectos adversos y las interacciones farmacológicas. En particular, es fundamental un seguimiento clínico minucioso de los pacientes para ajustar rápidamente las dosis a su condición.
Clasificación por vía de administración: los anticoagulantes están disponibles en presentaciones orales o intravenosas. Los grupos farmacológicos incluyen antagonistas de la vitamina K (AVK), acenocumarol y rivaroxabán.
Actualmente, los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) superan la mayoría de las desventajas de los anticoagulantes antagonistas de la vitamina K, como el inicio rápido de acción, menos interacciones farmacológicas, efectos anticoagulantes predecibles y la ausencia de necesidad de un control frecuente de la función de coagulación.
Según el Dr. Vu Xuan Nghia, subdirector del Departamento de Oncología (Hospital de Medicina Tradicional Militar): La estasis sanguínea es una condición causada por la desaceleración del flujo sanguíneo dentro de los vasos sanguíneos o la fuga de sangre de las paredes de los vasos, lo que lleva al estancamiento interno.
Las manifestaciones clínicas comunes incluyen: dolor fijo, agudo, no palpable (tenso), que suele empeorar por la noche y es relativamente firme; el dolor superficial puede ser de color púrpura azulado; el dolor abdominal puede revelar una masa inmóvil; la tez, los labios, la lengua y las uñas de los pies y de las manos pueden estar cianóticos. Alternativamente, pueden presentarse petequias subcutáneas o sublinguales, y los vasos sublinguales pueden estar tensos, hinchados y de color púrpura azulado.
La estasis sanguínea puede ser causada por: estancamiento de Qi, deficiencia de Qi, turbidez de la flema, deficiencia de Yang, frío excesivo y calor patógeno. Los criterios diagnósticos actuales para la estasis sanguínea siguen las directrices de la Academia China de Medicina Tradicional China (1992), con síntomas y puntuación específicos: petequias subcutáneas, circulación colateral, lengua oscura o violácea, venas sublinguales dilatadas, etc.
El principio básico del tratamiento de la estasis sanguínea es activar la circulación sanguínea y resolver la estasis: humedecer la sequedad y nutrir la sangre, calentar los meridianos y disipar el frío, aclarar el calor y enfriar la sangre, disolver la flema y eliminar la turbidez, tonificar el qi y nutrir la sangre, ablandar las masas endurecidas y dispersar los nódulos…
En la práctica clínica, la circulación sanguínea se regula mediante los niveles de armonización, activación y descomposición de la sangre. La circulación sanguínea también se regula por sus efectos, como el alivio del dolor, la regulación menstrual, la cicatrización de heridas y la eliminación de la estasis sanguínea. Además, existe un grupo de medicamentos que activan y detienen el sangrado, asegurando un flujo sanguíneo fluido. Estos son adecuados para casos en los que la estasis sanguínea o los coágulos sanguíneos obstruyen la circulación, provocando menstruaciones y sangrados irregulares.
Algunos remedios herbales activadores de la sangre utilizados en la práctica clínica incluyen: Si Wu Tang, Tao Hong Si Wu Tang, Xue Fu Zhu Yu Wan, Bu Yang Wan Wu Tang, Fu Yuan Huo Xue Tang, Wen Jing Tang…
Según el Maestro Vũ Xuân Nghĩa, la terapia de activación sanguínea y resolución de la estasis es un método fundamental para el tratamiento de tumores cancerosos en la actualidad, basándose en evidencia clínica y publicaciones científicas de los últimos años. Los fármacos que activan la sangre aumentan el flujo sanguíneo al tumor, lo que incrementa la concentración de oxígeno en su interior (las células cancerosas, que suelen ser anaeróbicas, se desarrollan deficientemente en un entorno rico en oxígeno).
Los fármacos que activan la sangre aumentan el flujo sanguíneo al tumor, lo que significa que se envían más células inmunitarias para inhibir y destruir las células cancerosas. El aumento del flujo sanguíneo al tumor alcaliniza el entorno que lo rodea (las células cancerosas son menos activas en ambientes alcalinos y prosperan en ambientes ácidos). Esto mejora la administración de fármacos que destruyen o inhiben las células cancerosas.
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