El presidente estadounidense Joe Biden anunció el 7 de julio que Estados Unidos había destruido por completo su arsenal de armas químicas, acumulado durante décadas, cumpliendo así su compromiso en virtud de la Convención sobre Armas Químicas, acordada en 1993 y que entró en vigor en 1997.
“Hoy me enorgullece anunciar que Estados Unidos ha destruido de forma segura la última munición de ese arsenal, lo que nos acerca un paso más a un mundo libre del horror de las armas químicas”, dijo el Sr. Biden.
El anuncio del Sr. Biden se produjo después de que Blue Grass Army Depot, una instalación del Ejército estadounidense en Kentucky, completara la eliminación de aproximadamente 500 toneladas de productos químicos mortales, un trabajo que duró cuatro años.
Durante décadas, Estados Unidos acumuló proyectiles de artillería y cohetes que contenían agentes nerviosos VX y sarín, así como agentes vesicantes. Estas armas fueron ampliamente condenadas tras su uso con resultados terribles en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial.
Según la Convención sobre Armas Químicas, Estados Unidos tiene hasta el 30 de septiembre de 2023 para destruir todos sus agentes químicos y municiones.
Los demás signatarios del tratado han eliminado sus arsenales, dejando a Estados Unidos como el último en completar la tarea de destruir sus reservas “declaradas”, lo que significa que todas las reservas de armas químicas del mundo han sido destruidas permanentemente, afirmó Fernando Arias, director de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Misiles M55 que contenían el agente nervioso sarín se observan en el depósito del Ejército Blue Grass, cerca de Richmond, Kentucky, EE. UU., en julio de 2022. Al destruir estas armas, Estados Unidos envía el mensaje de que las armas químicas ya no son aceptables en el campo de batalla. Foto: SCMP/AP
Según la Asociación para el Control de Armas de EE. UU., el país poseía cerca de 28.600 toneladas de armas químicas en 1990, el segundo mayor arsenal del mundo después de Rusia. Rusia completó la destrucción de sus arsenales declarados en 2017. Para abril de 2022, a EE. UU. le quedarán menos de 600 toneladas por destruir.
Según Kingston Reif, subsecretario de Defensa de Estados Unidos para la Reducción de Amenazas y el Control de Armas, la destrucción de las últimas armas químicas estadounidenses "cerrará un capítulo importante de la historia militar , un capítulo que esperamos cerrar con mucho interés".
Según las autoridades, la eliminación del arsenal estadounidense representa un importante avance para la Convención sobre Armas Químicas, que cuenta con 193 países signatarios. Solo tres países —Egipto, Corea del Norte y Sudán del Sur— no han firmado el tratado. Un cuarto país, Israel, lo ha firmado pero no lo ha ratificado.
La OPAQ afirmó que se mantendrá vigilante tras los incidentes ocurridos en los últimos años en los que se utilizaron armas químicas en Siria y también por parte de Rusia.
“El uso reciente y las amenazas de usar productos químicos tóxicos como armas demuestran que prevenir su resurgimiento seguirá siendo una prioridad máxima para la organización”, afirmó el Sr. Arias .
Nguyen Tuyet (Según SCMP, DW)
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