Muchos agricultores todavía queman paja después de cosechar el arroz.
Quemar la paja de arroz después de la cosecha es una práctica ancestral de los agricultores. Muchos creen que esta práctica ayuda a eliminar patógenos y a aportar nutrientes al suelo.
De hecho, quemar paja puede matar algunos insectos que se esconden en el rastrojo, limpiando los patógenos para el próximo cultivo; al mismo tiempo, los agricultores pueden aprovechar las cenizas después de la quema para proporcionar un poco de fertilizante para aumentar la fertilidad del suelo.
Sin embargo, según los expertos, la quema de paja en los campos desequilibra el ecosistema y, si se quema durante muchos años consecutivos, provoca la aridez y la infertilidad del suelo. Además, el proceso de quema también genera una gran cantidad de humo que contamina el aire y afecta la vida humana.
En particular, quemar paja también aumenta el riesgo de propagación de incendios, especialmente durante climas cálidos como el actual.
La paja ofrece numerosos beneficios, como cubrir las raíces de cultivos y hortalizas, cultivar hongos, fabricar alimento para animales o procesarla como fertilizante orgánico. Además de vender paja seca, los agricultores también pueden ararla para descomponerla, lo que hace que el suelo sea fresco y poroso. Por lo tanto, los agricultores deben adoptar medidas eficaces para sustituir la quema de paja después de la cosecha de arroz, contribuyendo así a una agricultura verde y sostenible.
Van Dat
Fuente: https://baolongan.vn/khong-nen-dot-rom-ra-sau-thu-hoach-lua-a192656.html
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