La crisis energética de Alemania “desde luego no ha terminado”, ya que los altos precios del gas natural siguen ejerciendo presión sobre la economía del país, declaró el canciller Olaf Scholz ante los legisladores.
Alemania fue uno de los países más afectados cuando el suministro de gas ruso a Europa a través de gasoductos se vio interrumpido el año pasado.
Las interrupciones en el suministro han disparado aún más los costes energéticos y han obligado a Berlín a gastar miles de millones de euros para aliviar la carga que suponen las facturas de electricidad y gas, cada vez más elevadas, para los consumidores y las empresas.
Alemania es el único país del G7 cuya economía, según las previsiones del FMI, se contraerá este año.
El canciller Olaf Scholz se dirige al Parlamento alemán (Bundestag), 28 de noviembre de 2023. Foto: Shutterstock
Aunque los precios del gas en Europa siguen siendo más altos que los niveles previos a la crisis, todavía se encuentran por debajo del límite máximo fijado por el gobierno alemán, lo que permite eliminar gradualmente las subvenciones a la energía el próximo año, dijo Scholz en un discurso ante el parlamento alemán (Bundestag) el 28 de noviembre.
Según declaró, las reservas de gas están tan llenas actualmente que es improbable que se produzca un aumento repentino de los precios este invierno. «Sin embargo, si los precios de la energía vuelven a subir repentinamente, estamos preparados para tomar medidas con poca antelación».
El gobierno del canciller Scholz también se enfrenta a otra crisis presupuestaria tras un fallo sorprendente del Tribunal Constitucional Federal.
La sentencia implica que decenas de miles de millones de euros en “fondos especiales” –incluidos los utilizados para reducir las facturas de energía de hogares y empresas– tendrán que incluirse en el presupuesto federal ordinario.
Tras un fallo del Tribunal Constitucional Federal alemán del 15 de noviembre de 2023, los «fondos especiales» deberán incluirse en el presupuesto federal ordinario. Gráficos: Bloomberg
Superando las divisiones internas, la coalición gobernante “semáforo” —integrada por el Partido Socialdemócrata (SPD) de centroizquierda del canciller Scholz, el Partido Democrático Libre (FDP) proempresarial y Los Verdes— aprobó el 27 de noviembre un presupuesto suplementario para 2023, que incluye la suspensión, por cuarto año consecutivo, de las normas que limitan el nuevo endeudamiento neto, el “freno de la deuda”.
Con la suspensión del "freno de la deuda", el gobierno alemán puede pedir prestados unos 45.000 millones de euros más en un intento por escapar de la crisis presupuestaria que se ha extendido, ha generado advertencias sobre el crecimiento y ha sacudido el sector industrial clave de la primera economía de Europa.
El nuevo préstamo no cubrirá por completo el déficit presupuestario de 60.000 millones de euros que dejó la sentencia del Tribunal, pero el gobierno del Sr. Scholz afirma que será suficiente para cubrir todos los compromisos .
Minh Duc (Según Bloomberg, Reuters)
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