El crecimiento económico de Japón es inferior al estimado inicialmente. (Fuente: Reuters) |
Los datos revisados del producto interior bruto (PIB) publicados recientemente mostraron que tanto el gasto de capital como el consumo privado cayeron entre abril y junio. Esto demuestra la fragilidad de la economía japonesa.
Los datos revisados mostraron que la economía japonesa creció un 4,8 % en el segundo trimestre de 2023, cifra inferior a la estimación preliminar del 6,0 % y al pronóstico del mercado del 5,5 %. Al mismo tiempo, el consumo privado, que representa más de la mitad de la economía, cayó un 0,6 % con respecto al trimestre anterior.
Las exportaciones de Japón a China también cayeron un 13,4% en julio, el octavo mes consecutivo de descenso.
Las exportaciones de Japón cayeron un 5,0% interanual en la primera quincena de agosto después de caer un 0,3% en julio, lo que sugiere que la crisis mundial está afectando a la economía.
La debilidad de las exportaciones a China podría hacer que los fabricantes japoneses sean cautelosos a la hora de invertir, afirmó Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin. Minami prevé que las empresas del sector servicios se hagan cargo de la demanda, aunque la debilidad del consumo también podría desincentivar la inversión.
La economía de Japón se está recuperando lentamente de la pandemia de Covid-19 a medida que el aumento del costo de vida obstaculiza la demanda mundial, lo que nubla las perspectivas de crecimiento del país.
Frente a tales incertidumbres, las autoridades responsables del Banco de Japón (BoJ) han estado decididas a mantener una política monetaria ultra laxa para combatir la creciente inflación.
El 7 de septiembre, el tipo de cambio del yen cayó a su nivel más bajo desde principios de año. Durante la jornada, el tipo de cambio entre el yen y el dólar estadounidense rondaba los 147 yenes por dólar estadounidense.
Los expertos creen que la moneda corre el riesgo de tocar el mínimo del año pasado, de 151,94 yenes por dólar.
El gobierno japonés ha comenzado a intensificar su intervención, con declaraciones que sugieren que podría intervenir. Sin embargo, los expertos afirman que la actual debilidad del yen refleja el diferencial de tipos de interés entre Japón y otros mercados, lo que dificulta evitar una mayor depreciación del yen a corto plazo.
Un factor que impulsa la venta de la moneda japonesa es la creciente brecha de las tasas de interés entre Japón y los mercados extranjeros.
El índice de gerentes de compras del sector no manufacturero estadounidense de agosto, publicado por el Instituto de Gestión de Suministros (ISM), mostró que superó con creces las estimaciones del mercado. Esto habría sido la base para la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) de EE. UU. subiera los tipos de interés, impulsando así la venta masiva de yenes y la compra de dólares.
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