La economía japonesa crece más allá de lo esperado. (Fuente: AFP) |
La cifra de crecimiento superó las expectativas del mercado. Economistas encuestados por Reuters habían anticipado que la tercera economía más grande del mundo crecería un 3,1% en el segundo trimestre de 2023.
La economía del país del Sol Naciente ha crecido a un ritmo "extremadamente rápido", según Marcel Thieliant, responsable de Asia- Pacífico en Capital Economics.
El New York Times evaluó que la tasa de crecimiento positiva de Japón se debió a las exportaciones, con un crecimiento del sector del 3,2 % en el segundo trimestre de 2023 en comparación con el trimestre anterior. Este resultado demuestra que la red logística global ha resuelto en gran medida los cuellos de botella.
En los últimos tiempos, los problemas logísticos han dificultado el suministro de componentes importantes para la industria automotriz del país y otras industrias.
Tokio también se ha beneficiado del sector turístico, con un gran número de turistas acudiendo a Japón después de que el país levantara las restricciones debidas a la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, el gasto de consumo interno sigue lastrado por la inflación y el debilitamiento del yen, y el gasto de consumo personal cayó inesperadamente un 0,5% en el segundo trimestre de 2023 con respecto al primer trimestre de 2023.
La nación del noreste asiático depende en gran medida de las importaciones de alimentos y energía, y un yen persistentemente bajo frente al dólar ha elevado los costos de importación, lo que ha provocado una inflación persistente.
La depreciación de la moneda local se debe en gran medida a la política monetaria del país, que ha mantenido las tasas de interés muy bajas, incluso cuando Estados Unidos y una serie de economías importantes de todo el mundo han aumentado las tasas de interés.
"Un yen débil es un arma de doble filo para la economía. Puede ser positivo para los exportadores, ayudándolos a aumentar la competitividad y las ventas, pero debilita el consumo", afirmó Takahide Kiuchi , economista del Nomura Research Institute.
Los consumidores también están sintiendo los efectos retardados de la fuerte caída del yen, ya que las empresas trasladan el aumento de los costos de importación a los consumidores. El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, ha reconocido que el aumento de precios supone una pesada carga para los hogares.
Japón ha sufrido durante mucho tiempo un crecimiento relativamente bajo. Las ganancias y los salarios llevan décadas cayendo. El problema parece estar a punto de agravarse a medida que la población se reduce y envejece a un ritmo acelerado.
El país ha intentado superar la inercia económica con un gasto público masivo y tasas de interés ultrabajas para incentivar el endeudamiento de empresas y hogares. Sin embargo, el crecimiento ha sido más débil de lo previsto durante años.
Las últimas cifras de crecimiento de Japón podrían cambiar esta situación, según el New York Times . Es un presagio de un futuro prometedor.
Las perspectivas económicas para el país asiático son bastante prometedoras, afirmó Izumi Devalier, economista jefe para Japón del Bank of America. Una sólida recuperación allanará el camino para el estancamiento del crecimiento de los salarios y las ganancias corporativas, lo que también permitirá al Banco de Japón (BOJ) comenzar a alejarse de su política monetaria ultraflexible.
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