Las expectativas de un repunte en las compras de lujo por parte de los clientes en el mercado más grande del mundo no se han materializado. (Fuente: Jing Daily) |
Estée Lauder, una de las marcas de cosméticos más caras del mundo, acaba de anunciar un recorte en su pronóstico de ganancias para todo el año 2023, después de que la demanda de productos de belleza de alta gama en China mostrara una lenta recuperación.
Anteriormente, los propietarios de las marcas de cosméticos Estée Lauder, MAC y Clinique han expresado repetidamente su optimismo de que sus negocios prosperarán, gracias al regreso de los clientes chinos después de la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, tras el crecimiento inicial en el primer trimestre de 2023, la demanda de los consumidores chinos ha seguido disminuyendo, lo que ha provocado una caída de las ventas, especialmente en el sector minorista de lujo. Esta es una de las razones por las que las acciones de Estée Lauder han caído un 55 % en valor en los primeros 10 meses de este año.
De igual forma, Canada Goose, fabricante de chaquetas premium de plumón de ganso, también redujo su pronóstico de ventas para 2023. En su último informe de resultados, la compañía indicó que China, su mayor mercado fuera de Canadá, sigue presentando desafíos. Desde enero de 2023, el precio de las acciones de la compañía ha caído un 43%.
Otro ejemplo notable son las ventas de Apple en China. El gigante tecnológico estadounidense informó que sus ventas en China continental, su tercer mercado más grande, cayeron un 2 % en los últimos 12 meses hasta el 30 de septiembre, debido principalmente a la caída de la demanda de los consumidores.
Desde principios de 2023, la economía china ha luchado por recuperarse de la pandemia. El desempleo juvenil está en aumento, mientras que la crisis inmobiliaria no se ha resuelto por completo, lo que ha provocado un "efecto riqueza negativo" que ha provocado la caída de los precios de la vivienda. Esto ha impulsado a los consumidores a gastar menos y a acumular más efectivo.
Además, algunos observadores dicen que las crecientes tensiones comerciales entre China y Estados Unidos han tenido un impacto significativo en las empresas estadounidenses que operan en el mercado chino, y que el gobierno y los consumidores chinos ahora prefieren los productos nacionales a los importados.
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