Esta crisis se debe a un bloqueo impuesto por el grupo rebelde Jama'at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM), que ha bloqueado las importaciones de combustible a Mali desde principios de septiembre.
Los rebeldes han atacado numerosos convoyes de combustible, provocando una drástica caída del suministro y paralizando la economía de esta nación sin litoral de África Occidental. En la capital, Bamako, muchas gasolineras se han visto obligadas a cerrar, y los residentes se ven obligados a caminar, usar mototaxis o restringir su movilidad.
Los analistas creen que esta campaña de bloqueo es un intento del JNIM de presionar al gobierno militar de Mali, en medio de los numerosos desafíos económicos y de seguridad del país.
En la capital, Bamako, muchas escuelas informan que los profesores no pueden llegar a sus aulas debido a la falta de transporte, mientras que los estudiantes de las zonas rurales están completamente aislados. Muchos padres temen que la interrupción prolongada aumente el riesgo de abandono escolar, especialmente en zonas que ya carecen de recursos educativos .
Además, el aumento del precio del combustible ha dejado inoperativos los generadores de emergencia de las escuelas, lo que ha limitado la enseñanza en línea y la formación técnica. En las universidades, muchos laboratorios han tenido que suspender temporalmente sus operaciones, lo que ha deteriorado la calidad de la educación en ciencias e ingeniería.
Sin soluciones sostenibles para garantizar el suministro de combustible y la seguridad, Malí corre el riesgo de enfrentarse a una generación de jóvenes carentes de habilidades y oportunidades, lo que prolongará el ciclo de inestabilidad socioeconómica.
Fuente: https://giaoducthoidai.vn/mali-dong-cua-truong-hoc-vi-khung-hoang-nhien-lieu-post754468.html






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