Después de más de 50 años, los científicos han confirmado que la estructura interna de la Luna consiste en un núcleo exterior líquido y un núcleo interior sólido, que contiene mucho hierro.
El interior de la Luna consta de una corteza fina, un manto muy grueso, una unión núcleo-manto viscosa, un núcleo externo líquido y un núcleo interno sólido. Fotografía: Geoazur/Nicolas Sarter
Un equipo de investigadores de la Universidad de Côte d'Azur y del Instituto de Mecánica Celeste y Cálculos de Efemérides (IMCCE) en Francia detalló los nuevos hallazgos en la revista Nature , informó Live Science el 6 de mayo.
Los astrónomos se han preguntado sobre la estructura de la Luna mucho antes de que aterrizara cualquier nave espacial. Las primeras pistas de que la Luna tenía un interior similar al de la Tierra provienen de las misiones Apolo de la NASA, que tuvieron lugar entre 1961 y 1972. Según los datos recopilados por los instrumentos del módulo de aterrizaje, la Luna tiene capas, con material denso en el centro y material menos denso cerca de la superficie.
Sólo recientemente los científicos han podido estudiar la enorme cantidad de datos procedentes de las misiones Apolo y otras naves espaciales para obtener una imagen más clara de la estructura interior de la Luna. En 2011, una investigación de la NASA demostró que el núcleo exterior de la Luna está hecho de hierro líquido, que forma una capa fundida donde se encuentra con el manto. El estudio también sugiere que el núcleo interno de la Luna puede contener mucho hierro.
Una nueva investigación realizada en mayo de este año confirmó la existencia de este denso núcleo interno. Utilizando un modelo informático detallado creado con datos geológicos del programa Apolo y la misión GRAIL de la NASA, el equipo determinó que el núcleo interno tiene unos 500 kilómetros de diámetro, aproximadamente el 15 por ciento del ancho de la Luna. Un tamaño tan pequeño puede ser la razón por la que los científicos han tenido dificultades para detectarlo.
Además, el estudio también encontró la primera evidencia de un vuelco del manto en la Luna, un proceso en el que material fundido más cálido se eleva a través del manto. Esto podría explicar la presencia de hierro en la superficie de la Luna.
Una mejor comprensión del interior de la Luna podría ayudar a los científicos a desentrañar algunos de sus misterios geológicos, como qué sucedió con su poderoso campo magnético en el pasado. Aunque hoy la Luna no tiene campo magnético, muestras de rocas muestran que el satélite natural alguna vez tuvo un campo magnético tan fuerte como el de la Tierra. A medida que las agencias y las compañías espaciales privadas se preparan para nuevas misiones lunares en esta década, los científicos recopilarán más datos.
Thu Thao (Según el espacio )
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