Pero la silla caliente en el Estadio da Luz podría ser la última oportunidad para que el "Especial" demuestre que todavía tiene un lugar en la Liga de Campeones.
Benfica: oportunidades y desafíos
El mundo del fútbol ha cambiado mucho desde que Mourinho pisó por primera vez el Benfica en septiembre de 2000. En aquel momento, era apenas un joven entrenador con menos de diez partidos a cargo, pero lleno de ambición y confianza.
Tras la agitación política en el club, Mourinho se marchó pronto, iniciando una brillante trayectoria con el Porto, el Chelsea, el Inter y el Real Madrid. Dos títulos de la Champions League, una serie de títulos nacionales y un enorme legado han grabado su nombre en la historia. Pero eso es cosa del pasado.
Ahora, a sus 62 años, Mourinho se enfrenta a una dura realidad: el fútbol europeo está entrando en una era de entrenadores jóvenes, flexibles y progresistas. Julian Nagelsmann, Xabi Alonso o Mikel Arteta representan una nueva tendencia, mientras que a Mourinho se le suele tachar de "anticuado", estancado en un sistema defensivo rígido y una filosofía algo desfasada. Por lo tanto, regresar al Benfica no es simplemente un reencuentro con su antiguo destino, sino también una apuesta al honor.
Al hablar de Mourinho, no podemos olvidar la legendaria temporada 2003/04 con el Porto. De un equipo infravalorado, lo convirtió en campeón de la Champions League, derrotando al Manchester United, al Lyon y al Mónaco. Esa fue una prueba de su capacidad para convertir las desventajas en ventajas, del espíritu de "luchar contra los clubes más fuertes del mundo" que Mourinho siempre inculcó en sus jugadores. Más tarde, con el Inter de Milán en 2010, repitió la hazaña, esta vez contra gigantes como el Barcelona y el Bayern de Múnich.
Pero en la última década, su brillo se ha desvanecido. La última vez que Mourinho jugó en la Champions League fue en la temporada 2019/20 con el Tottenham, donde fue eliminado por el RB Leipzig en octavos de final. Antes de eso, su etapa en el Manchester United y los Spurs se vio empañada por conflictos internos, un estilo de juego mediocre y resultados decepcionantes. Si bien ha ganado algunos trofeos —la Europa League en 2017 con el United y la Conference League en 2022 con la Roma—, no han sido suficientes para disimular la sensación de que Mourinho está al margen del partido más importante.
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La reciente serie de fracasos de José Mourinho como entrenador ha generado dudas. |
Al regresar al Benfica esta vez, Mourinho comprende perfectamente que el contexto es diferente. Ya no se trata de un club poderoso que domina Europa, sino de una "fábrica de jugadores" con una estrategia de exportación a la Premier League y ligas más importantes. Desde Enzo Fernández, Rúben Dias y Darwin Núñez hasta João Neves, Ederson y João Félix, el Benfica ha convertido la venta de jóvenes estrellas en un modelo de negocio sostenible. Sus logros en la Champions League en los últimos años también han sido bastante impresionantes en comparación con su potencial: dos veces alcanzó los cuartos de final (2022 y 2023) y una vez se quedó en octavos de final (2024).
Sin embargo, la situación en el Estadio da Luz siempre es dura. Mourinho tendrá que demostrar su capacidad de adaptación a un equipo que a menudo pierde a sus pilares, mientras compite en la liga doméstica contra el Porto y el Sporting. Si no es lo suficientemente flexible, el "Especial" corre el riesgo de repetir las tragedias de Manchester o Tottenham, donde el conservadurismo táctico sobrecarga el vestuario.
¿Qué tiene que perder Mourinho?
Quizás pocas personas entiendan mejor que Mourinho que el tiempo no está de su lado. Lleva 36 años en la profesión, desde profesor de educación física hasta traductor asistente de Sir Bobby Robson, convirtiéndose en el entrenador más joven en ganar la Champions League. A sus 62 años, ya no tiene que demostrar su grandeza; su legado está asegurado. Pero el propio Mourinho, con su personalidad inquieta, aún anhela estar en la cima.
Así que el Benfica era su última oportunidad. Si lo conseguía, podría escribir otro capítulo brillante en su carrera, rompiendo incluso con el estereotipo de "anticuado". Si fracasaba, sería la prueba de que se le estaba dejando atrás. Mourinho nunca ha sido de los que se retiran en paz; el ansia de conquistar la Champions League una vez más es como un fuego que no se apaga.
La pregunta es: ¿Qué aportará Mourinho al Benfica? Su amplia experiencia en competiciones europeas es una ventaja innegable. Ha convertido en campeones a equipos fuera de las "superpotencias" en dos ocasiones, y el Benfica necesita un catalizador para convertir sus aspiraciones en realidad. Pero ¿será suficiente su antigua filosofía para resistir la frescura y la velocidad del fútbol moderno?
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El Benfica podría ser la última oportunidad de Mourinho de demostrar algo al mundo del fútbol. |
Por otra parte, el Benfica también es una prueba para el propio Mourinho: ¿podrá dejar de lado su ego, adaptarse al nuevo entorno y hacer lo que no logró hacer en Inglaterra: reinventarse para adaptarse a las tendencias de los tiempos?
Mourinho regresó al Benfica no solo para encontrar trabajo, sino también para encontrarse a sí mismo. Desde el punto de partida inacabado hace 25 años, ahora regresa con el bagaje de un monumento y la presión de demostrar que aún es valioso en la Champions League. El "Especial" una vez convirtió lo impensable en realidad: Porto 2004, Inter 2010. ¿Podrá volver a doblegar a Europa? ¿O será el Benfica el fin del último gran sueño?
Fuente: https://znews.vn/mourinho-con-phep-mau-nao-khong-post1586093.html
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