Reuters informó el 7 de abril que, en un resumen de 12 páginas, extraído de los informes ultrasecretos mencionados y ampliamente difundido, la Casa Blanca reconoció haber aprendido muchas lecciones de la retirada estadounidense del país del suroeste asiático. La Casa Blanca también culpó en parte a los funcionarios militares y de inteligencia estadounidenses por sus evaluaciones erróneas, al no anticipar el avance talibán ni las capacidades de las fuerzas de seguridad afganas en ese momento. En consecuencia, hasta mayo de 2021, se seguía evaluando que el gobierno de Kabul, respaldado por Occidente, "no se vio sometido a presiones serias hasta finales de 2021, tras la retirada estadounidense".
La Casa Blanca afirmó que el gobierno de Biden había hecho todo lo posible, al tiempo que criticaba al anterior gobierno estadounidense de Donald Trump por crear un contexto desfavorable para el proceso de retirada. El acuerdode paz que Washington firmó con los talibanes en febrero de 2020 fue acusado de estancar al gobierno de Biden, que lo sucedió. «El gobierno de Trump fijó una fecha de retirada antes del final de su mandato, pero no detalló ningún plan de implementación», recalcó el resumen.
Según AFP, la Casa Blanca afirmó que la retirada estadounidense de Afganistán es inevitable. Tras más de 20 años de esfuerzos, más de 2 billones de dólares y la construcción de un ejército afgano de más de 300.000 efectivos, el hecho de que los talibanes sigan controlando Afganistán con rapidez y facilidad demuestra que ningún escenario, salvo el aumento de la presencia militar estadounidense a largo plazo, puede cambiar lo sucedido. «El presidente Biden no está dispuesto a comprometer a otra generación de estadounidenses en una guerra que debería haber terminado hace mucho tiempo», afirma el resumen.
Cuando el presidente Biden decidió retirar las tropas de Afganistán, existía la preocupación de que la medida debilitara las alianzas estadounidenses o pusiera a Washington en desventaja internacional, según la Casa Blanca. Sin embargo, la Casa Blanca afirmó que «ha ocurrido lo contrario», con la presencia de Estados Unidos en el escenario mundial «cada vez más fuerte» y sus alianzas «más sólidas que nunca».
Al comentar sobre el resumen publicado por la Casa Blanca, CNN citó a un portavoz del expresidente Trump, quien acusó al gobierno de Biden de intentar engañar a la opinión pública estadounidense sobre el desastroso proceso de retirada de Afganistán, que cobró la vida de muchos estadounidenses y alentó a los terroristas. En un comunicado, el representante republicano Michael McCaul, quien también preside el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE. UU., afirmó que el gobierno de Biden debe rendir cuentas por los enormes fallos en la planificación e implementación de la retirada. AP citó al senador republicano Tom Cotton, quien calificó la retirada estadounidense de Afganistán como un desastre absoluto, enfatizando que culpar a otros no cambiará la situación.
Según AP, la guerra en Afganistán se considera la más larga de la historia de Estados Unidos, cobrándose la vida de más de 2.400 soldados estadounidenses, además de más de 66.000 soldados y policías afganos. El presidente Biden afirmó que Estados Unidos retiró todas sus tropas porque había logrado sus objetivos al enviar tropas a Afganistán: debilitar a la red terrorista internacional Al Qaeda y prevenir atentados similares a la tragedia del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos. AFP indicó que la retirada estadounidense de Afganistán, completada el 30 de agosto de 2021, conmocionó al pueblo estadounidense y a los aliados de Washington cuando los talibanes derrotaron rápidamente a las fuerzas del gobierno de Kabul, respaldado por Occidente, en tan solo unas semanas, obligando a los soldados estadounidenses a llevar a cabo la mayor operación de transporte aéreo de su historia para evacuar a más de 120.000 ciudadanos estadounidenses, aliados y afganos del país del suroeste asiático en tan solo unos días.
HOANG VU
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