Esto no es solo un hito administrativo para iniciar el proceso electoral, sino también un momento para que los líderes del Partido y de la Asamblea Nacional expresen claramente un mensaje contundente sobre la innovación, el fortalecimiento de la disciplina y la mejora de la calidad de los recursos humanos: factores clave para el éxito de las elecciones en particular y de un Estado de derecho del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, en general.
Las próximas elecciones se celebran en un contexto en el que nuestro país está racionalizando activamente el aparato gubernamental, operando un modelo de gobierno local de dos niveles con altas exigencias de eficacia y eficiencia; la Asamblea Nacional se acerca al 80 aniversario de las primeras elecciones generales... Los principales movimientos del país abren oportunidades para establecer nuevos estándares para los representantes electos.
Se ha promulgado una serie de nuevas normas que crean las condiciones para un proceso electoral más riguroso y, a la vez, más flexible. En particular, se han acortado muchos plazos. Las etapas de negociación, publicación de listas de candidatos y tramitación de quejas y denuncias se han ajustado a la realidad, evitando así la prolongación innecesaria de los procedimientos. Asimismo, se han diversificado los métodos de campaña electoral, permitiendo su organización en línea o una combinación de ambos, en consonancia con la digitalización de la vida moderna.
Sin embargo, el tema que más preocupa y se enfatiza es la calidad de los candidatos. Las directrices del Comité Central de Organización, presentadas por el Subjefe del Comité Central de Organización, Hoang Dang Quang, durante la conferencia, establecen un conjunto de criterios muy claros y exhaustivos. En consecuencia, los candidatos deben tener una sólida ideología política y carácter; ser absolutamente leales a los intereses del Partido, el Estado y el pueblo; y luchar resueltamente para proteger los fundamentos ideológicos del Partido, la Constitución y las leyes del Estado. Asimismo, deben poseer una intachable moral y llevar una vida ejemplar.
Además, los candidatos deben ser capaces de concretar las directrices y políticas del Partido; implementar las políticas y leyes del Estado; poseer pensamiento y visión innovadores; métodos de trabajo científicos ; y la capacidad de analizar, debatir y proponer políticas eficaces. En resumen, los diputados a la Asamblea Nacional y al Consejo Popular no solo deben ser firmes en su ideología, sino también expertos y perspicaces en su análisis.
Este endurecimiento de los criterios desde el principio reviste especial importancia: cuando la selección inicial se realiza correctamente, los votantes no dudarán al elegir a su representante de una lista cuidadosamente evaluada en cuanto a méritos y aptitudes. De este modo, se reafirma que el éxito de la elección no se mide únicamente por la participación electoral ni por la elección de un número suficiente de delegados, sino, sobre todo, por la calidad de estos. Para lograrlo, la organización de la elección debe llevarse a cabo de forma rigurosa, democrática, objetiva y transparente en cada etapa y en cada tarea del proceso. A ello se suma el consenso y la respuesta positiva de casi 100 millones de votantes y ciudadanos de todo el país.
Cada votante que elige a la persona idónea para el cargo adecuado ejerce sus derechos y responsabilidades como ciudadano. Solo así la elección de diputados a la XVI Asamblea Nacional y a los Consejos Populares de todos los niveles para el período 2026-2031 se convertirá verdaderamente en una fiesta nacional, haciendo realidad la aspiración de construir un Vietnam fuerte y próspero, con un pueblo libre, próspero y feliz.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/nang-chat-nhan-su-ung-cu-post823800.html






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