La gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina (Foto: Reuters).
En una entrevista con el sitio de noticias RBK el 25 de diciembre, la gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, dijo que Moscú ha estado evaluando los riesgos de las sanciones desde 2014 y ha preparado respuestas a muchas de ellas.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) impusieron la primera ronda de sanciones contra Rusia después de que esta anexara la península de Crimea en 2014 tras un controvertido referéndum.
“Los grandes bancos, cuando fueron sancionados, estaban en gran medida preparados para esto. Conocían la amenaza de quedar desconectados de SWIFT desde 2014, por lo que desarrollaron una infraestructura nacional de pagos. Diversificamos nuestras reservas y aumentamos la participación del yuan y el oro”, afirmó la Sra. Nabiullina.
El año pasado, Estados Unidos y la UE siguieron imponiendo una serie de restricciones financieras a Rusia en respuesta al lanzamiento por parte de Moscú de una campaña militar especial en Ucrania.
Estas medidas incluyen desconectar a los bancos rusos del sistema SWIFT, prohibir a Rusia pagar deudas en dólares estadounidenses, congelar los activos rusos en el exterior y retirar las tarjetas Visa y MasterCard de Rusia.
Las sanciones impiden a Moscú realizar transacciones internacionales en dólares y euros.
Hemos logrado superar la mayoría de los desafíos relacionados con el sector financiero. Sin embargo, también existen problemas en el sector financiero que no se han resuelto por completo, como el de los pagos transfronterizos. Las cadenas de suministro se están construyendo y están en constante cambio, pero esto sigue siendo un problema para muchas empresas», afirmó la Sra. Nabiullina.
Según Nabiullina, la congelación de activos rusos por parte de Occidente podría considerarse una señal "extremadamente negativa" para los bancos centrales de todo el mundo porque "viola los principios básicos de la seguridad de las reservas".
"Millones de personas que no tienen nada que ver con las sanciones sufren la congelación de activos. Es un problema muy doloroso", declaró el director del Banco Central de Rusia.
Se estima que 300.000 millones de dólares en activos del banco central ruso fueron congelados en los países del G7, la UE y Australia tras el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania en febrero del año pasado. La mayoría de estos activos se encuentran en Europa.
Algunos líderes occidentales han planteado recientemente la idea de incautar activos rusos congelados para ayudar a reconstruir Ucrania. Si bien Estados Unidos se ha opuesto rotundamente a incautar cualquier activo perteneciente al Banco Central de Rusia, se dice que recientemente ha estado promoviendo activamente conversaciones con el G7 sobre este tema.
El New York Times informó el 21 de diciembre que Estados Unidos está presionando a Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón para encontrar una manera de legalizar el uso de los activos congelados de Rusia antes del 24 de febrero de 2024.
Rusia ha advertido reiteradamente que responderá apropiadamente y emprenderá demandas internacionales si Occidente decide confiscar esos activos.
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