Con la llegada del Tet (Año Nuevo Lunar), el norte de Vietnam se envuelve de nuevo en una atmósfera vibrante de preparación para el nuevo año. Colores vibrantes inundan las calles, impregnan cada mercado y aparecen bajo cada techo, anunciando el fin del año viejo. A pesar de los numerosos cambios que ha traído la vida moderna, el sabor del Tet en el norte se mantiene, preservando las costumbres tradicionales del pasado. Estas incluyen flores de durazno, kumquats, banh chung (pasteles de arroz tradicionales), cerdo graso, cebollas encurtidas, versos, pinturas populares e incluso el elegante pasatiempo de cultivar narcisos...
Revista Heritage










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