Vargas (número 4) no puede cargar él solo con todo el equipo turco - Foto: FIVB
Vargas no es lo suficientemente bueno
Jugando en la posición opuesta, Vargas es obviamente el nombre del que la defensa italiana debe tener más cuidado en la final del Campeonato Mundial de Voleibol Femenino.
Y, en efecto, el astro cubano cumplió con las expectativas de sus fans. Más precisamente, Vargas convirtió la final en un espectáculo unipersonal.
Vargas anotó 33 puntos en el partido, una cifra asombrosa para una final del Campeonato Mundial. Esta cantidad de puntos es casi igual a la puntuación combinada de las dos colocadoras italianas, Egonu (22) y Antropova (14).
En el cuarto partido, Vargas demostró su genialidad al anotar 10 puntos, lo que representó el 40% del total del equipo. Fue entonces cuando los aficionados sintieron claramente el dominio absoluto de Turquía.
Vargas jugó muy bien - Foto: FIVB
Además de los 8 puntos de ataque, Vargas también anotó 2 puntos con su saque en este juego. Cada vez que la cubana de 1,93 m abrazaba la pelota, la hacía girar entre sus manos y saltaba, todo el equipo italiano se ponía nervioso.
Vargas no solo es buena, no solo es fuerte, sino también "peculiar". Y jugó bien durante todo el torneo, anotando 151 puntos en 7 partidos, la mayor cantidad en el campeonato mundial de este año.
Pero el problema es que, en el momento decisivo, Vargas... falló. Si en los primeros cuatro juegos, Vargas por sí sola puso en alerta al equipo italiano, en el quinto juego, la cubana fue el punto débil de Turquía.
O, para ser más precisos, los bloqueadores italianos, así como su entrenador, han encontrado una manera de predecir quién es el mejor jugador del equipo contrario.
Vargas tuvo más de 10 oportunidades de rematar, pero solo anotó 2 puntos en este partido. Su efectividad fue de -9,1%, inferior a la de compañeras como Gunes o Karakurt, y claramente muy por detrás de las colocadoras y atacantes principales del equipo italiano.
Cinco de los quince puntos del equipo italiano en el quinto set provinieron de bloqueos, la mayoría concentrados en la posición de Vargas. La barrera formada por Sylla, Antropova y Fahr, del equipo italiano, actuó como un muro que bloqueó todos los intentos de Vargas.
La obstinación de Turquía por darle el balón a Vargas se convirtió en su gran problema. De hecho, los turcos no tenían otra opción, ya que habían apostado por Vargas.
Y fue también en ese momento cuando los aficionados se dieron cuenta de lo convincente y merecida que había sido la victoria de Italia.
Lecciones para el voleibol vietnamita
Al finalizar el torneo, la selección italiana, campeona del torneo, contó con 3 de los 7 jugadores en el Equipo Ideal. Curiosamente, ninguno de esos 3 jugadores formaba parte del grupo de ataque (ni delantero centro ni extremo).
Eran el líbero De Gennaro, el central Danesi y el colocador Orro. Orro también ganó el premio al Mejor Atleta.
Egonu, el opuesto número uno de Italia, no tuvo una actuación destacada en el torneo. Pero no hay problema, el entrenador Velasco siempre es muy flexible con los cambios.
Egonu fue sustituida prematuramente en numerosas ocasiones durante el Campeonato Mundial de 2025. Su reemplazo, Antropova, no siempre rindió al máximo, pero eso no importó, ya que Italia no empleó la táctica de "sobremarcha" como lo hizo Turquía con Vargas.
Un día antes, Italia también había superado a Brasil en un partido igualmente dramático, en el que la superestrella Gabi jugó igual de bien que Vargas en aquella semifinal.
Pero el fracaso sigue siendo fracaso. Lo cierto es que la estrategia brasileña de pasarle el balón a Gabi perdió efectividad en el momento más crucial.
Cada vez que Bich Tuyen forma parte de la selección nacional, Vietnam también recurre a un estilo de juego centrado en un solo jugador. - Foto: FIVB
Estos partidos tan igualados a menudo llegan al quinto juego. Y para entonces, tanto Gabi como Vargas están exhaustos de haber jugado sin descanso durante todo el encuentro.
Por otro lado, Italia siempre cuenta con contramedidas, estrategias y paciencia para contrarrestar el estilo de juego de presión individual.
Al ver competir a Turquía y Brasil contra Italia, los aficionados vietnamitas se identifican más o menos con Bich Tuyen, quien anotó casi la mitad de los puntos que ayudaron al equipo local a ganar el histórico partido contra Tailandia en la SEA V.League 2025.
La diversión ha terminado, y el voleibol vietnamita también debería aprender la lección de la presión individual.
Por supuesto, Vietnam no es Turquía, y Tailandia no es Italia. Pero en todos los niveles, el aprendizaje es constante.
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HUY DANG
Fuente: https://tuoitre.vn/nguoi-y-danh-bai-chien-thuat-don-bong-1-nguoi-bai-hoc-cho-bong-chuyen-viet-nam-20250907214502167.htm






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