En la edición fiscal 2024 del “Programa de políticas prioritarias para la realización de una sociedad digital”, se mencionó por primera vez el “déficit digital” de Japón, lo que refleja el creciente problema causado por el aumento de los costos de las licencias de software, el almacenamiento en la nube y la publicidad en línea.

Los datos de la balanza de pagos del Banco de Japón muestran que el déficit en servicios relacionados con lo digital se ha más que duplicado desde 2015 hasta alcanzar los 5,35 billones de yenes (33.700 millones de dólares) el año pasado, un factor que ha mantenido desequilibrada la balanza de pagos de servicios general del país incluso cuando el turismo se ha recuperado.

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El gobierno japonés ha solicitado una reforma rápida de los sistemas obsoletos y la formación urgente de recursos humanos digitales. Foto: Nikkei Asia

La demanda de servicios digitales continúa expandiéndose junto con el desarrollo más amplio de la inteligencia artificial (IA), gran parte de la cual está siendo satisfecha por gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, Amazon y Microsoft.

Competir con empresas extranjeras y reducir su dependencia no es tarea fácil. Los desafíos de Japón incluyen la falta de progreso en la creación de sus propios productos y servicios de valor añadido, así como la reestructuración de sus estructuras corporativas.

El informe de investigación afirma que las empresas japonesas "necesitan mostrar resultados en la mejora de la productividad y la creación de nuevos negocios".

La semana pasada, el Ministro de Transformación Digital, Taro Kono, admitió que las industrias de TI y digitales de Japón todavía tienen un largo camino por recorrer para volverse más competitivas.

Para sentar las bases para la construcción de una industria digital, Tokio planea solicitar el establecimiento de un marco para promover la integración de datos, así como la capacitación del talento necesario para la transformación digital.

Los sistemas heredados frenan la digitalización de muchas empresas. Japón se enfrenta a lo que se conoce como el "precipicio digital de 2025", un punto en el que la fuerza laboral con la experiencia y los conocimientos necesarios para operar sistemas heredados dejará de estar disponible. El Ministerio de Industria del país estima que la economía podría perder hasta 12 billones de yenes al año por el riesgo de fallos del sistema.

Para abordar los desafíos, los expertos dicen que se necesita un equipo multisectorial para desarrollar un plan, y el gobierno impulsa el uso de tecnología en la nube, que es relativamente asequible y se adapta fácilmente a los cambios en el entorno empresarial.

Los objetivos del plan también incluyen capacitar a más expertos en ciberseguridad, un campo cada vez más importante a medida que los ciberataques se vuelven más frecuentes.

Japón aspira a contar con 50.000 profesionales de seguridad de la información certificados a nivel nacional para el año fiscal 2030, frente a los 20.000 que tenía en abril de 2023. El gobierno quiere facilitar que los proveedores regionales y las pequeñas y medianas empresas adquieran conocimientos y habilidades básicas en ciberseguridad.

(Según Nikkei Asia)

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