
El presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva sobre IA el 23 de julio (Foto: Nikhinson).
Esta medida crea un nuevo obstáculo legal para las empresas tecnológicas que buscan vender productos de IA a los gobiernos , obligándolas a demostrar que sus chatbots no están “influenciados” por ideologías sociales.
Mientras tanto, se dice que el plan de IA del presidente Trump tiene como objetivo contrarrestar el dominio de China en materia de IA y reforzar los valores estadounidenses, exigiendo a los principales proveedores de IA, como Google (con su chatbot Gemini) o Microsoft (con Copilot), que divulguen las políticas internas que rigen sus chatbots y se autocensuren para mantener los contratos gubernamentales.
¿Inteligencia artificial "progresista" o inteligencia artificial discriminatoria?
La orden ejecutiva de la Casa Blanca apunta a los esfuerzos de las empresas tecnológicas por incorporar conceptos como la teoría crítica de la raza, el sexismo, los prejuicios inconscientes, la interseccionalidad y el racismo sistémico en los modelos de IA.
Modelar el comportamiento de grandes modelos de lenguaje (LLM) es un gran desafío.
Los LLM se entrenan con enormes cantidades de datos de Internet, que reflejan todos los sesgos y contradicciones del lenguaje humano.
“Esto va a ser increíblemente difícil de cumplir para las empresas tecnológicas”, dijo Jim Secreto, exfuncionario de la administración Biden. “Los grandes modelos de lenguaje reflejan los datos con los que se entrenan, incluyendo todas las inconsistencias y sesgos del lenguaje humano”.
¿Censura suave o control estricto?
La orden ejecutiva del presidente Trump dirigida a las empresas de IA demuestra neutralidad entre ideología y tecnología.
“La administración presidencial está adoptando un enfoque más suave, pero aún coercitivo, al utilizar los contratos federales como medio de presión. Esto genera una intensa presión sobre las empresas para que se autocensuren con el fin de mantener buenas relaciones con el gobierno y asegurar su liquidez”, explicó Secreto.
Sin embargo, Neil Chilson, ex experto en tecnología de la Comisión Federal de Comercio y miembro del Partido Republicano, afirmó que la orden era "bastante leve" y fácil de cumplir.
Hizo hincapié en que la orden ejecutiva del presidente Trump no exige a las empresas tecnológicas que prohíban contenido específico de IA, sino que solo exige a los desarrolladores que no codifiquen intencionalmente juicios partidistas o ideológicos.
Reacción de los gigantes tecnológicos
Hasta ahora, las grandes empresas tecnológicas se han mantenido cautelosas.
OpenAI afirmó que está a la espera de instrucciones más detalladas, pero cree que los esfuerzos de ChatGPT para lograr sus objetivos alinean la tecnología con los requisitos de la orden.
Microsoft, un proveedor de servicios clave para el gobierno federal, declinó hacer comentarios.
xAI, la empresa de Elon Musk, emitió un comunicado elogiando el anuncio del presidente Trump sobre la inteligencia artificial como un "paso positivo hacia adelante", pero no respondió a una pregunta sobre cómo se vería afectado Grok.
Anthropic, Google, Meta y Palantir no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Fuente: https://dantri.com.vn/cong-nghe/nhieu-ga-khong-lo-cong-nghe-e-de-truoc-sac-lenh-ai-moi-tu-tong-thong-trump-20250725141514719.htm






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