La carrera por la Casa Blanca de 2024 enfrenta varios desafíos importantes para la vicepresidenta Kamala Harris. A pesar del entusiasmo generado por la Convención Nacional Demócrata, Harris todavía se considera una candidata débil debido a su falta de presencia mediática y una estrategia política clara.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, habla en un mitin de campaña en Las Vegas, Nevada, EE. UU., el 10 de agosto de 2024. Foto: Kyodo/VNA
A pesar del entusiasmo generado por la Convención Nacional Demócrata, la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris aún enfrenta importantes desafíos y se la considera la menos favorita en la carrera por la Casa Blanca, según informó Politico el 28 de agosto. Harris llegó a la convención con un fuerte impulso, pero a poco más de dos meses del día de las elecciones, el camino por delante sigue siendo desafiante. "La energía es buena, pero debe aprovecharse para el bien, porque la energía desaprovechada no siempre se traduce en energía positiva en política ", afirmó Antjuan Seawright, estratega demócrata con sede en Carolina del Sur. En encuestas recientes, la vicepresidenta Kamala Harris ha obtenido una ligera ventaja, situándose por delante del expresidente Donald Trump a nivel nacional y en la mayoría de los estados clave. Sin embargo, a los estrategas les preocupa si podrá mantener este impulso. Una encuesta de la firma de medios demócrata Navigator Research muestra que Harris y Trump están prácticamente empatados en los estados clave. Chauncey McLean, presidente de Future Forward, un super PAC que ha recaudado cientos de millones de dólares para respaldar a Harris en las elecciones del 5 de noviembre, afirmó que las encuestas internas del grupo presentan un panorama mucho menos prometedor. Esto se ve agravado por el hecho de que las encuestas predijeron incorrectamente los resultados de Trump en 2016 y 2020, lo que genera escepticismo sobre la fiabilidad de los datos actuales. "Nadie sabe qué creer, excepto que las cifras de Trump probablemente estén subrepresentadas", afirmó el veterano estratega Doug Herman. Uno de los mayores problemas de la campaña es que Harris aún no ha concedido una sola entrevista como candidata demócrata. A pesar de haberse comprometido a principios de mes a programar una entrevista antes de finales de agosto, no se han hecho públicos los planes. Cuanto más se demore, más presión tendrá Harris para demostrar que puede con su primera entrevista o rueda de prensa. Mientras tanto, Trump ha celebrado múltiples ruedas de prensa y entrevistas en persona, criticándola por su falta de presencia. Un veterano estratega demócrata afirmó que las entrevistas televisadas en persona son "uno de los principales desafíos de Harris". La vicepresidenta Harris falló en una entrevista de 2021 en NBC News debido a una pregunta sobre por qué no fue a la frontera entre Estados Unidos y México. El próximo debate entre Harris y Trump, programado para el 10 de septiembre en ABC News, será una oportunidad clave para que la candidata presidencial Harris se vuelva a presentar al público y demuestre sus credenciales frente a su oponente. Sin embargo, las partes aún no han llegado a un consenso sobre las reglas del debate, incluyendo si el micrófono de un candidato debe estar silenciado mientras el otro habla. La campaña de Harris espera que un "micrófono activo" la favorezca, pero el equipo de Trump quiere ceñirse a las mismas reglas acordadas con la campaña del presidente Joe Biden. Aunque Trump ha insinuado que "no me importa", el desacuerdo podría convertirse en un punto de fricción en el debate.
Otra debilidad de la campaña de Harris es la falta de una estrategia política clara. Su sitio web no ofrece un lenguaje político específico, y si bien ha hablado sobre su agenda económica y de política exterior en eventos de campaña, los detalles son limitados. El veterano estratega demócrata Doug Herman afirmó que Harris necesita aclarar sus posturas políticas para atraer a una base más amplia de votantes. Esto también le exigirá decidir cómo distanciarse de aspectos de la presidencia de Biden que podrían resultar impopulares, como la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021. Otro problema que enfrenta Harris es su escaso apoyo entre los hombres y los votantes blancos, tanto a nivel nacional como en los estados clave. Si bien ha logrado conectar con la mayoría de los demás grupos demográficos, la falta de apoyo de estos grupos clave podría representar un gran desafío. El estratega Herman afirmó que impulsar la participación electoral de otros grupos sería mucho más beneficioso para la campaña de Harris. Sin embargo, en unas elecciones tan reñidas como estas, Harris no puede permitirse ignorar a ningún grupo de votantes. Por lo tanto, a pesar de las señales positivas de la Convención Nacional Demócrata, la campaña de Harris aún enfrenta muchos desafíos importantes. Desde encuestas ajustadas hasta la falta de una estrategia política clara, Harris necesitará encontrar una forma de superar estos obstáculos si quiere ganar la carrera de 2024.
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