Algunas personas incluso se aprovechan de su fama para producir y vender alimentos falsificados, sin importarles la salud de los consumidores. Entonces, ¿por qué tanta gente confía fácilmente en artistas, actores y celebridades, solo para darse cuenta, cuando tienen problemas con la ley, de que su confianza estaba mal depositada?
La imagen amigable y exitosa de artistas, actores y celebridades crea una falsa sensación de confianza, generando desconfianza entre inversores y fans. En la sociedad, la fama suele asociarse con el prestigio. Muchos creen que si un artista o celebridad da nombre a un proyecto o anuncia un producto, debe tener una sólida base financiera o legal.
Sin embargo, cuando artistas y celebridades se aprovechan de la confianza de inversores y consumidores para obtener ganancias ilícitas, las consecuencias son muy graves. Recientemente, el Departamento de Policía de Ciudad Ho Chi Minh ordenó procesar el caso, enjuiciar a la acusada y ejecutar una orden de arresto contra Truong Ngoc Anh (artista y actriz) para investigar el delito de «abuso de confianza para apropiarse indebidamente de bienes».
En los últimos días, el consejo que muchas personas han mencionado es: cualquiera que esté dispuesto a aportar capital o cooperar en una inversión, debe pedir a sus socios que le proporcionen la documentación legal completa de la empresa, como el certificado de registro mercantil, los estatutos sociales, los informes financieros y el representante legal...
Si el socio es una persona física (incluidos famosos, artistas y actores), es necesario analizar detenidamente el contrato de colaboración, la proporción de su aportación de capital y los beneficios específicos. En cualquier caso, se recomienda contactar con la notaría o el departamento de planificación e inversión donde esté registrada la empresa para verificar la información. Si fuera necesario, consulte con un abogado o un asesor financiero antes de firmar.
Un aspecto fundamental al decidir emprender un negocio o invertir es distinguir entre la admiración por la reputación personal y la capacidad empresarial real (capacidad de gestión, transparencia financiera). Artistas, actores y celebridades pueden inspirar y difundir valores, pero eso no significa que sean capaces de gestionar un negocio. La confianza depositada en las personas adecuadas es el principio de la creación de valor; la confianza depositada en las personas equivocadas es el principio del daño y la pérdida.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/niem-tin-dat-sai-cho-post821556.html






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