Las recesiones en muchos países y el hecho de que la gente gaste más en servicios que en bienes están amenazando el sector manufacturero en Estados Unidos, la eurozona y China.
Las fábricas de EE. UU. y la eurozona informaron una disminución en los nuevos pedidos en mayo, según una encuesta reciente de la firma de datos S&P Global. Aún están solucionando los retrasos que surgieron al principio de la pandemia, pero no está claro cuánto tiempo estos pedidos les permitirán seguir produciendo.
Los datos de S&P Global también mostraron que la manufactura estadounidense se contrajo en mayo. Una encuesta similar del Instituto de Gestión de Suministros (ISM) también mostró que el sector se contrajo por séptimo mes consecutivo. El PMI manufacturero de mayo del ISM cayó más drásticamente que el mes anterior.
Los datos del Departamento de Comercio de EE. UU. de la semana pasada también mostraron que los pedidos de fábrica cayeron por tercer mes consecutivo en abril. Excluyendo el sector militar , los pedidos de fábrica han disminuido en cuatro de los últimos seis meses.
En la eurozona, tanto los nuevos pedidos como los pedidos pendientes de entrega disminuyeron en mayo, según S&P Global. La producción industrial de la región también se contrajo drásticamente en marzo.
En China, la situación no es mejor. La actividad manufacturera en la fábrica más grande del mundo mejoró en mayo, según el Índice de Gerentes de Compras de Manufactura de Caixin. Sin embargo, las exportaciones cayeron un 7,5 % en mayo con respecto al año anterior, la mayor caída desde enero, lo que sugiere una menor demanda de productos chinos en un momento en que el país enfrenta otros problemas, como el aumento del desempleo y la caída del mercado inmobiliario.
Trabajadores de una fábrica de SMC en Pekín (China). Foto: Reuters
A nivel mundial, el PMI manufacturero global de JPMorgan también mostró que la confianza de los fabricantes ha caído a su mínimo en seis años. «Si bien la manufactura pareció mejorar ligeramente en mayo, esto se debió principalmente a los grandes mercados emergentes. Las perspectivas para el sector siguen siendo sombrías. Los nuevos pedidos de exportación siguen cayendo drásticamente», afirmó Ariane Curtis, economista de Capital Economics.
En 2020, cuando se desató la pandemia, los consumidores de todo el mundo redujeron el gasto en servicios, lo que provocó un aumento repentino del poder adquisitivo de los bienes. Esto ayudó a los fabricantes a aumentar rápidamente los pedidos.
Pero luego, a medida que los países se adaptaron, la gente volvió a centrar sus hábitos de gasto en el sector servicios. En Estados Unidos y Europa, el sector hotelero y de la restauración registró cifras récord de turistas durante el verano. Este cambio en el gasto hacia los servicios ha causado problemas a los fabricantes.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) predijo que la reciente reapertura de China tras años de estricto confinamiento daría un nuevo impulso a la economía mundial. Sin embargo, la recuperación del país no ha sido tan sólida como se esperaba.
"La demanda mundial de bienes es débil, ya que la gente gasta más en servicios que en bienes. Por eso el PMI de servicios está aumentando", afirmó Tom Garretson, estratega de cartera de RBC Wealth Management.
Los bancos centrales también continúan su lucha contra la inflación subiendo los tipos de interés. El aumento de los tipos de interés desalienta el gasto y obliga a los bancos a endurecer las condiciones de los préstamos. Este es el caso de Estados Unidos y la eurozona, especialmente tras una serie de quiebras bancarias en tan solo unos meses.
Los consumidores suelen pedir prestado para comprar bienes duraderos, como coches y electrodomésticos, así que cuando el crédito se restringe, los fabricantes lo resienten. A largo plazo, si la demanda de bienes sigue debilitándose y los pedidos atrasados se reducen, las fábricas de todo el mundo recortarán puestos de trabajo.
Mientras tanto, los economistas de la Reserva Federal siguen pronosticando una recesión leve en Estados Unidos a finales de este año, a pesar de la fortaleza del mercado laboral. La eurozona y Alemania, la mayor economía de Europa, también han entrado en recesión.
Estas no son buenas noticias para los fabricantes. El fabricante de electrónica Foxconn prevé que los ingresos de sus negocios de redes y nube se mantengan sin cambios este año, y que disminuyan inesperadamente en el segundo trimestre.
Monish Patolawala, director financiero del gigante manufacturero 3M, declaró el mes pasado que su división de electrónica se vio gravemente afectada por la caída de la demanda de productos electrónicos de consumo. En abril, 3M anunció planes para despedir a 6.000 empleados a nivel mundial.
Una encuesta publicada la semana pasada por la Asociación Nacional de Fabricantes encontró que solo el 67% de los fabricantes estadounidenses eran optimistas sobre su futuro, el nivel más bajo desde el tercer trimestre de 2020. Sus principales desafíos eran retener buenos empleados, una economía nacional débil y un entorno empresarial poco favorable.
Ha Thu (según CNN)
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