El ataque de la Guardia Revolucionaria iraní contra Israel con misiles y drones marcó la primera vez que Irán lanzó un ataque militar directo contra territorio israelí. Desde la Revolución Islámica en Irán en 1979, Israel e Irán se han considerado rivales acérrimos, pero hasta ahora solo habían librado guerras por delegación y nunca se habían enfrentado directamente.
En un comunicado publicado en la red social X, la Misión Permanente de Irán ante las Naciones Unidas afirmó que el ataque fue una respuesta directa al atentado contra el Consulado iraní en Siria el 1 de abril. Casi simultáneamente con el ataque iraní, el grupo militante Hezbolá en el Líbano lanzó decenas de cohetes contra una instalación militar israelí en los Altos del Golán. Las fuerzas hutíes en Yemen también se sumaron al ataque con cohetes contra territorio israelí.
El ataque perpetrado en la madrugada del 14 de abril (hora de Vietnam) puede considerarse una "declaración de guerra" de Irán contra Estados Unidos e Israel. Inmediatamente después del ataque, en la página X, Irán advirtió: "¡Este es un conflicto entre Irán y el régimen paria de Israel, del cual Estados Unidos DEBE MANTENERSE ALEJADO!".
Antes del 1 de abril, los observadores aún esperaban que no se produjera una guerra directa entre Irán y sus aliados, Israel y Estados Unidos, porque Irán no estaba bien preparado militarmente para tal guerra debido a que el país seguía bajo sanciones occidentales.
Existe también una fuerte oposición interna al régimen iraní, demostrada por el movimiento masivo de protestas de 2022. Sin embargo, con las recientes represalias entre Irán e Israel, esas predicciones han cambiado. Esta acción de Irán ha empujado a Oriente Medio al borde de una guerra generalizada que nadie desea. Se trata, sin duda, de una pesadilla que Estados Unidos, los países árabes e incluso Hezbolá han intentado evitar durante todo este tiempo.
La guerra de Israel en la Franja de Gaza ha provocado protestas en numerosos países del mundo . Incluso Estados Unidos, aliado histórico e importante de Israel, ha manifestado su descontento, especialmente cuando Israel se encuentra aislado por acusaciones de violar el derecho internacional humanitario contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza. Sin embargo, Israel realiza sus propios cálculos. La presión interna le impide a Netanyahu detenerse. Además, esta situación representa una buena oportunidad para que Israel la utilice como pretexto para encontrar una manera de eliminar definitivamente la amenaza nuclear de Irán, que tanto Israel como Estados Unidos temen desde hace tiempo.
En un discurso dirigido al pueblo israelí el 13 de abril, el primer ministro Benjamin Netanyahu declaró: “Hemos establecido un principio claro: a quien nos haga daño, le haremos daño. Nos defenderemos de cualquier amenaza y actuaremos con calma y resolución”.
Por lo tanto, muchos temen que la represalia inicial desencadene una guerra a gran escala entre Irán e Israel. Esto sería una pesadilla, que causaría graves daños a ambos bandos y posiblemente involucraría a Estados Unidos y el Reino Unido en el conflicto. Estados Unidos ha declarado repetidamente su intención de retirar sus fuerzas de Oriente Medio y trasladarlas a la región del Indo-Pacífico y Europa. Israel es plenamente consciente de esta estrategia y considera que debe actuar con rapidez mientras exista una fuerte presencia de fuerzas estadounidenses. Por consiguiente, el ataque de la madrugada del 14 de abril marca un nuevo punto de partida.
Oriente Medio, ya sumido en el caos desde el ataque sorpresa de Hamás contra Israel, se encontrará ahora en una situación aún peor en todos los frentes. El mundo debe estar «muy alerta ante el peligro real de una escalada catastrófica en toda la región», declaró el Secretario General de la ONU, António Guterres.
Maestro Hoang Viet
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