Si no se controla, la dislipidemia puede conllevar el riesgo de padecer muchas otras enfermedades peligrosas, especialmente enfermedades cardiovasculares. Para prevenir y tratar esta afección, la nutrición desempeña un papel fundamental en el control de los niveles de lípidos en sangre y el mantenimiento de la salud general.
La nutrición ayuda a prevenir y controlar la dislipidemia
La dislipidemia incluye el aumento de triglicéridos, colesterol, LDL y HDL en sangre. Si no se controla, esta afección puede provocar aterosclerosis, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular.
MSc. Dao Thu Trang, Departamento de Nutrición y Dietética, Hospital Central del Pulmón.
La dislipidemia se debe a muchas razones:
- Las causas primarias suelen estar relacionadas con la genética.
Las causas secundarias de la dislipidemia provienen principalmente de una dieta y un estilo de vida inadecuados, como el consumo excesivo de calorías, grasas saturadas y grasas trans. Además, el consumo de bebidas alcohólicas, perjudicial para el hígado, también puede provocar dislipidemia.
Por estas razones, cambiar a una dieta saludable puede ayudar a prevenir y controlar la dislipidemia secundaria.
Grasas: Consumir demasiadas grasas, especialmente ácidos grasos saturados, es una de las principales causas de dislipidemia.
Los ácidos grasos saturados son abundantes en las grasas y órganos animales y se asocian con un aumento de los niveles de colesterol en sangre y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, reducir la cantidad de grasa en la dieta diaria y sustituir los ácidos grasos saturados (grasas, órganos animales) por ácidos grasos insaturados (aceites vegetales, aceite de pescado) puede ayudar a controlar los niveles de grasa en sangre.

Debe aumentar el consumo de verduras verdes en su dieta diaria para ayudar a prevenir y controlar la dislipidemia.
Proteínas: Consumir demasiada proteína animal puede aumentar el colesterol y los ácidos grasos saturados, dos factores principales que causan dislipidemia. Por el contrario, la proteína vegetal, especialmente las legumbres, ayuda a reducir el riesgo de dislipidemia y enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, es fundamental mantener una distribución adecuada entre proteína animal y vegetal en la dieta diaria.
Carbohidratos: Sustituir la energía proveniente de las grasas en la dieta con almidón puede ayudar a controlar mejor los niveles de lípidos en sangre. Sin embargo, cabe destacar que consumir demasiado almidón puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2. Por lo tanto, la energía proveniente del almidón no debe representar más del 60 % de la energía alimentaria. Además, elegir alimentos con un índice glucémico bajo (p. ej., arroz integral, arroz blanco, etc.) también puede ayudar a reducir los niveles de colesterol, especialmente en personas con diabetes.
Vitaminas y minerales: Los antioxidantes desempeñan un papel importante en el metabolismo de las grasas, ayudando a reducir el riesgo de dislipidemia. Una dieta rica en antioxidantes puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares entre un 20 y un 40 %. La vitamina C, la vitamina E y el caroteno son antioxidantes naturales presentes en muchos alimentos, como verduras, frutas y frutos secos. Complementar estos alimentos puede ayudar a prevenir el riesgo de dislipidemia.
El aguacate es una de las mejores fuentes de grasas saludables para las personas con dislipidemia.
Notas generales sobre la dieta para ayudar a tratar los trastornos del metabolismo lipídico
Los síntomas de la dislipidemia suelen ser confusos. Cuando aparecen, la dislipidemia puede haber derivado en enfermedades más complejas, como hígado graso, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, etc. Sin embargo, si se detecta mediante chequeos médicos regulares, esta enfermedad puede controlarse completamente mediante cambios en la dieta.
La mayoría de los casos de trastornos del metabolismo de los lípidos se deben a una nutrición inadecuada, como una dieta demasiado rica en grasas animales, alimentos que contienen colesterol y baja en verduras y frutas maduras.
Por lo tanto, los pacientes con trastornos lipídicos durante el tratamiento necesitan combinar medicación, ejercicio regular y cambios en la dieta.
La dieta debe reducir la cantidad de grasa y aumentar el consumo de verduras y frutas maduras. Una dieta adecuada puede ayudar a los pacientes a alcanzar su peso ideal, facilitando la metabolización y absorción completa de la grasa de los alimentos. Las verduras y las frutas maduras también son fuentes alimenticias que aportan abundantes vitaminas y minerales. Estos son antioxidantes naturales que ayudan a eliminar el exceso de grasa corporal. Cuando no hay exceso de grasa, los pacientes tendrán más facilidad para controlar la dislipidemia.
Cambiar la dieta lo antes posible será una medida eficaz para ayudar a los pacientes a evitar el riesgo de dislipidemia o complicaciones peligrosas relacionadas con esta condición.
Maestría en Ciencias Dao Thu Trang
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/thuc-hanh-dinh-duong-trong-du-phong-va-dieu-tri-roi-loan-mo-mau-172250327160837856.htm
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