A continuación, los niños pudieron visitar el moderno y ecológico proceso de cultivo y procesamiento del café, desde el vivero y la zona de cuidado del café maduro hasta el área de procesamiento con maquinaria avanzada. Los técnicos de K Coffee explicaron cada etapa de forma clara y sencilla.
La parte más emocionante fue cuando los niños se transformaron en pequeños agricultores: aprendieron a cultivar, plantar cafetos jóvenes, podar ramas, dar forma a la copa... Todos estaban entusiasmados y fascinados con esta nueva experiencia. Luong Nhat Huy, estudiante de quinto grado de la escuela primaria Chieng Le, compartió: «Esta es la primera vez que veo y planto cafetos con mis propios ojos. Antes, solo conocía el café a través de los paquetes prefabricados. Al venir aquí, me di cuenta de que para disfrutar de una deliciosa taza de café, los agricultores tienen que trabajar muy duro. Aprendí a cuidar los árboles y a proteger el suelo y el agua. Invitaré a más amigos a vivir esta experiencia».
Hoang Thi Linh Chi, estudiante de la escuela secundaria Chieng Sinh, comentó: «Aunque mi casa está cerca, rara vez tengo la oportunidad de aprender más sobre las plantas de café. Lo que más me impresionó fue el área de procesamiento, donde las bayas frescas de café pasan por muchas etapas hasta convertirse en granos secos; es mágico. También pude probar el té de cáscara, hecho con bayas de café; su dulce sabor es muy especial. El viaje me ayudó a amar aún más los productos de mi ciudad natal y a sentirme orgullosa de ellos».
Los estudiantes también participaron dibujando cafetos y paisajes locales, y experimentando el espacio cultural étnico tailandés mediante actividades de intercambio, artes escénicas y danza del bambú. La animada danza del bambú atrajo no solo a estudiantes, sino también a estudiantes voluntarios que se unieron al vibrante ambiente.
El estudiante Lo Van Hung, de la Universidad Tay Bac, comentó: «El modelo me parece muy interesante y significativo. Combinar experiencias agrícolas con actividades culturales ayuda a los estudiantes a amar y sentirse orgullosos de su tierra natal. Lecciones prácticas como esta son muy necesarias para los estudiantes».
No solo se trata de hacer turismo y aprender, sino que lo más destacado del viaje es cuando los niños disfrutan del fruto de su trabajo: una taza de café arábico artesanal o una taza de aromático té de cáscara. El regusto ligeramente amargo, ácido y dulce del café se vuelve aún más especial cuando los niños comprenden todo el proceso que hay detrás.
Al hablar con nosotros, el Sr. Vu Van Hop, representante del Grupo Phuc Sinh Son La, informó: Phuc Sinh Mountain Hill, miembro del Grupo Phuc Sinh, tiene como objetivo desarrollar la agricultura asociada con el turismo sostenible, al tiempo que preserva y promueve los valores culturales del pueblo indígena tailandés, que está apegado a los granos de café de aquí y les da vida.
El Sr. Hop añadió: «Queremos crear un aula al aire libre significativa para los estudiantes, donde no solo adquieran conocimientos, sino que también comprendan la historia del cafeto, un orgullo de su tierra. Al experimentarlo directamente, apreciarán el valor del trabajo y crearán conciencia sobre la protección del medio ambiente. Es la alegría y la pasión de los estudiantes lo que nos motiva a seguir perfeccionando el modelo, contribuyendo al desarrollo de la marca de café Son La y al turismo experiencial».
El modelo K Coffee Mountain Hill demuestra la eficacia de combinar la agricultura con el turismo y la educación. Este viaje de experiencias no solo ofrece a los estudiantes un verano divertido, sino que también les ayuda a comprender mejor los cafetos y el valor del trabajo. Estas actividades prácticas contribuyen a fomentar el amor por la tierra natal y el orgullo por los productos agrícolas locales, a la vez que abren un camino para el desarrollo del turismo experiencial asociado con la agricultura en Son La.
Fuente: https://baosonla.vn/van-hoa-xa-hoi/trai-nghiem-cac-hoat-dong-he-cung-k-coffee-mountain-hill-n0xhHlEHR.html
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