Corea del Norte ha condenado la fallida prueba de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) del ejército estadounidense, advirtiendo de una respuesta "enérgica" a las acciones "provocadoras e imprudentes" del Pentágono en la península coreana.
Anteriormente, el 1 de noviembre, Estados Unidos realizó una prueba de lanzamiento de un misil Minuteman III capaz de transportar una ojiva nuclear en la base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California. Sin embargo, la Fuerza Aérea estadounidense declaró que se vio obligada a derribar el misil tras detectar anomalías no identificadas.
Un misil balístico intercontinental Minuteman III de EE. UU. es lanzado durante una prueba en la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg, California, en 2018. (Foto: Fuerza Aérea de EE. UU.)
El 3 de noviembre, la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) publicó un artículo comentando el incidente, enfatizando: "Las recientes y continuas maniobras militares de Estados Unidos contra Corea del Norte... son acciones extremadamente provocativas e imprudentes, que aumentan las tensiones militares en la península coreana".
El artículo añadía que Corea del Norte estaba preparada para una “respuesta inmediata, contundente y decisiva”.
La agencia KCNA también criticó el reciente despliegue estadounidense de bombarderos B-52 con capacidad nuclear en Corea del Sur, afirmando que la “acción de Washington para reforzar las armas nucleares” era un “peligroso intento de lograr la hegemonía militar”.
Al informar sobre la reciente prueba del misil balístico intercontinental Minuteman III, el portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder, dijo que el lanzamiento "demostró la capacidad y la fiabilidad del sistema de disuasión estratégica de Estados Unidos y envió un mensaje claro del compromiso de Estados Unidos con sus aliados".
Aunque la prueba fracasó, proporcionó “datos importantes” y ayudó a la Fuerza Aérea de EE. UU. a “aprender de cada lanzamiento de prueba”, según funcionarios del Pentágono.
Los funcionarios también destacaron que dichas pruebas garantizan la “fiabilidad y precisión” del envejecido Minuteman III, una versión utilizada por primera vez en 1970 pero que sigue siendo la principal arma terrestre de la tríada nuclear estadounidense.
A principios de este año, el presidente estadounidense Joe Biden dijo que el Pentágono aumentaría la “presencia permanente” de activos militares estratégicos en la península coreana para incrementar la “disuasión” contra Pyongyang.
Tras el anuncio, el Pentágono envió por primera vez desde 1981 un submarino de misiles balísticos de propulsión nuclear a Corea del Sur, lo que también provocó una fuerte condena por parte de Corea del Norte.
En septiembre pasado, Pyongyang aprobó una ley que permite ataques nucleares preventivos "automáticos e inmediatos" contra fuerzas hostiles si determina que está a punto de ser atacada con armas nucleares o contra los "objetivos estratégicos" del país.
Kim Jong-un declaró entonces que el estatus de armas nucleares de Corea del Norte era "irreversible".
Hoa Vu (Fuente: actualidad.rt.com)
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