Las empresas extranjeras, incluidas japonesas y estadounidenses que controlan gran parte del mercado de equipos de oficina en China, se han opuesto firmemente al proyecto de ley, amenazando incluso con retirarse por completo de la segunda economía más grande del mundo si se aprueba la regulación.
China también ha enfrentado oposición en las discusiones en el marco de la Organización Mundial del Comercio y en reuniones bilaterales.
Algunos observadores dicen que Beijing podría tener que hacer concesiones a los fabricantes extranjeros de equipos de oficina en su intento de impulsar su lenta economía.
En abril de 2022, las autoridades de China realizaron una investigación para modificar y complementar las normas nacionales, que definen la tecnología de productos y los procesos de adquisición de componentes para cada industria.
El borrador inicial de la norma común incluye un nuevo requisito: que los componentes clave, como semiconductores y artículos relacionados con el láser, se diseñen, desarrollen y fabriquen en China.
Fuentes dijeron a Nikkei que el grupo de trabajo del Comité Técnico de Normalización de Seguridad de la Información Nacional de China (TC260) eliminó el contenido propuesto antes de publicar el borrador para comentarios públicos.
Se estima que el mercado de impresoras multifunción de China es de unas 700.000 unidades al año, un 40% más grande que el mercado japonés.
Los fabricantes extranjeros controlan la mayor parte del mercado chino gracias a su sofisticada tecnología óptica, entre ellos Konica Minolta, Toshiba de Japón y HP de Estados Unidos.
Las empresas con inversión extranjera a menudo ensamblan sus productos localmente para satisfacer las necesidades de los clientes y reducir costos.
Sin embargo, en muchos casos, el desarrollo y diseño de componentes centrales se maneja fuera de China, como en Japón, en medio de crecientes preocupaciones sobre una “fuga de cerebros” tecnológica.
Por ello, las empresas japonesas y estadounidenses se oponen firmemente al proyecto de normas, ya que se ven obligadas a transferir tecnologías esenciales que hacen que los productos sean competitivos en el mercado.
La necesidad de reactivar la economía
La economía china se ha recuperado desde que se levantó la política de "Cero Covid" en enero de 2023, pero el crecimiento ha comenzado a desacelerarse debido a que el sector inmobiliario ha estado en declive desde principios de año. Por lo tanto, la inversión extranjera se considera una herramienta esencial para la recuperación económica.
“En este punto, los puntos que más nos preocupaban se han eliminado del borrador”, declaró un ejecutivo de una empresa extranjera. “Sin embargo, la empresa seguirá vigilándolos de cerca para asegurarse de que no se incluyan en el borrador final”.
Si bien la postura de China podría interpretarse como una señal de compromiso, se espera que siga presionando para reducir la compra de equipos de oficina a empresas extranjeras. Hasta el momento, Pekín ha elaborado una lista de alternativas recomendadas para empresas y productos.
En 2015, el líder chino Xi Jinping anunció la iniciativa de modernización industrial "Hecho en China 2025" para promover las industrias de alta tecnología.
En 2018, el país también comenzó a formular los "Estándares de China 2035", una estrategia a largo plazo para los estándares tecnológicos.
Se espera que China publique pronto el proyecto de ley al público para recibir comentarios, antes de que entre en vigor en la primera mitad de 2024.
(Según Nikkei Asia)
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