Durante los últimos 16 años, un centro de ciclismo en Windhoek, la capital de Namibia, ha estado ayudando a las personas pobres a vivir mejor.
En las últimas décadas, decenas de miles de personas en esta nación africana han acudido en masa a la capital y a las principales ciudades en busca de trabajo, según Xinhua. Muchos de ellos viven en asentamientos. Para Tate John, residente del asentamiento informal de La Habana, de 30.000 habitantes, la bicicleta es la forma más económica y eficiente de desplazarse. Gracias al Centro de Empoderamiento de Bicicletas de La Habana, una iniciativa de la organización benéfica Family of Hope Services, ahora tiene una bicicleta. "Antes, lo pasábamos mal. No sabía dónde conseguir una bicicleta para ir a trabajar, ganar dinero y cuidar de mi familia", dijo John.
El mecánico de bicicletas Hileni Simeon en el Centro de Empoderamiento de la Bicicleta de La Habana. Foto: Xinhua |
El centro colabora con la Red de Empoderamiento de la Bicicleta de Namibia para proporcionar bicicletas a los residentes. Desde su creación en 2007, el centro ha abordado las deficiencias en los servicios de acceso, reparación y mantenimiento en el asentamiento de La Habana, donde las bicicletas se han convertido en un medio de transporte popular. Sin bicicletas, los residentes tienen que caminar largas distancias. Muchos residentes que van en bicicleta al trabajo tienen dificultades para encontrar proveedores y talleres de reparación asequibles, afirma Foibe Silvanus, directora del centro. «El centro ha solucionado este problema. Queremos proporcionar transporte asequible a la comunidad», enfatiza Silvanus.
El centro también ofrece empleo a mujeres, contribuyendo así a los esfuerzos del gobierno namibio por promover la igualdad de género. Antes de llegar al centro para trabajar como reparadora de bicicletas, Hileni Simeon tenía que ganarse la vida cortando césped. Esta mujer de 49 años comentó que tuvo la suerte de haber tenido la oportunidad de aprender a reparar bicicletas hace cuatro años. Simeon compartió con orgullo: «Al principio, el trabajo era muy difícil, pero ahora domino la técnica de reparación. Ya he reparado más de 100 bicicletas». Simeon también espera inspirar a otras personas a demostrar que las mujeres pueden trabajar con la misma eficacia que los hombres.
Fuente: https://www.qdnd.vn/quoc-te/doi-song/trung-tam-xe-dap-giup-nguoi-ngheo-o-namibia-huong-toi-cuoc-song-tot-dep-732320
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