Thomas Tuchel llegó a Belgrado con dudas. Tras una reñida victoria sobre Andorra, donde miles de aficionados del Villa Park se marcharon temprano, fue cuestionado sobre su filosofía y su estilo de juego intenso. Pero el propio entrenador alemán respondió: «Veo, siento y creo que iremos mejorando cada vez más».
Y en la madrugada del 10 de septiembre en Rajko Mitic, esa promesa se hizo realidad.
Cuando el colectivo es la estrella
Serbia, que se enorgullecía de su buen juego, fue aplastada en el primer minuto. Los Tres Leones ganaron 5-0, con un dominio total: 24 disparos, 12 a puerta, 42 toques en el área rival.
Mientras tanto, el equipo local no logró rematar a puerta contra Jordan Pickford, quien llevaba siete partidos consecutivos sin encajar goles. Esta fue también la octava victoria oficial consecutiva de Inglaterra, un mensaje que no pudo ser más claro.
Lo más destacable no es la cantidad de goles. Es cómo Tuchel ha superado su dependencia de las grandes estrellas. Sin Jude Bellingham, sin Bukayo Saka, sin Phil Foden, sin Cole Palmer, Inglaterra sigue jugando un fútbol sorprendentemente convincente.
Noni Madueke ha brillado, anotando y creando jugadas con mucha confianza. La joven ha contribuido directamente a cinco goles en tan solo nueve partidos con los Tres Leones.
Elliott Anderson demostró una madurez pocas veces vista en un nuevo fichaje: 182 pases en dos partidos, un récord para un centrocampista inglés en dos debuts desde 2008. Morgan Rogers, del Aston Villa, jugó en Belgrado como si estuviera acostumbrado desde hace tiempo al fútbol internacional.
Thomas Tuchel aporta una nueva imagen a la selección inglesa. |
La llegada de estos nombres le ha dado a Tuchel un "dolor de cabeza agradable". Bellingham es el número 10 por defecto, pero Rogers ha llamado a la puerta, creando nuevas opciones tácticas.
Ésta es la diferencia entre Tuchel y sus predecesores: él no limita la plantilla a nombres predeterminados, no "amontona" estrellas como lo hizo Sven-Goran Eriksson con Paul Scholes en la banda izquierda.
Coraje desde el asiento del volante
Tuchel no ocultó su satisfacción: «Tuvimos un gran entrenamiento. Ahora me toca tomar decisiones, pero en el fútbol internacional, los jugadores han demostrado su valía día a día».
Sus palabras no fueron vanas. Los jugadores jóvenes realmente han dado un paso al frente, en un entorno inherentemente difícil como el de Rajko Mitic, un lugar conocido como el hervidero del fútbol serbio.
En lugar de dejarse llevar por la multitud, Inglaterra la silenció. Incidentes como el láser dirigido a Ezri Konsa y la violencia en las gradas no pudieron ocultar el hecho de que Serbia fue derrotada gracias a un juego disciplinado y preciso.
Harry Kane, quien sigue siendo irremplazable, abrió el marcador con su gol número 74 en 109 partidos. Una estadística asombrosa que demuestra que Inglaterra aún tiene un verdadero líder.
Inglaterra ya no depende de las estrellas. |
Pero lo más importante es que la noche de Belgrado demostró que este equipo no se limita solo a Kane. Porque después de él, Madueke, Konsa y Guehi marcaron por primera vez con la camiseta de los "Tres Leones". Una nueva generación está surgiendo.
De la tranquila Andorra a la brillante Serbia, Tuchel ha dado un giro radical. Ha dedicado dos pretemporadas a aprender, pero ahora es el momento de aumentar la competencia, reduciendo las opciones para el Mundial. Y a falta de tres partidos para la clasificación, Inglaterra está en mejor posición que nunca.
El ex portero Paul Robinson declaró a BBC Radio 5 Live : «Con las grandes figuras fuera, el equipo ha sido la estrella. Se han mantenido unidos, se han mantenido unidos y han hecho exactamente lo que Tuchel quiere. Fue una actuación que dejó huella».
Sí, los "Tres Leones" tuvieron una noche para recordar. Una noche que no solo les trajo tres puntos, ni solo les permitió recuperar un hito histórico (el primer equipo en marcar cinco goles en Serbia), sino que también alimentó la creencia en una nueva dinastía.
Tuchel salió de la rueda de prensa con una sonrisa radiante. Tras meses de dudas, por fin consiguió lo que más necesitaba: la victoria de su vida, la confirmación de que su reinado podía ser diferente y mejor.
En Belgrado, fue más que una simple victoria. Fue la noche en la que Inglaterra realmente rugió.
Fuente: https://znews.vn/tuyen-anh-thay-doi-tao-bao-post1584054.html
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