La artritis destructiva se presenta principalmente en personas con artritis psoriásica o artritis reumatoide, provocando pérdida ósea, cambiando la forma de la articulación.
La artritis degenerativa (artritis deformante grave) es una forma poco común de artritis que causa daño grave a las articulaciones y al tejido óseo. Afecta principalmente las articulaciones de las manos y los pies. La inflamación grave daña el hueso y el tejido blando de la articulación afectada, lo que puede provocar pérdida ósea, problemas de movimiento y cambios en la forma de la articulación.
La artritis destructiva puede presentarse por sí sola, pero es más frecuente en personas con artritis psoriásica (APs) o artritis reumatoide (AR). Aproximadamente el 5 % de las personas con artritis psoriásica desarrollan artritis destructiva. La tasa es menor en personas con artritis reumatoide.
Tanto la APs como la AR son enfermedades autoinmunes progresivas y a largo plazo que causan inflamación en todo el cuerpo, especialmente en las articulaciones. Las enfermedades autoinmunes se producen cuando el sistema inmunitario funciona mal y ataca las células sanas. Si no se tratan, tanto la APs como la AR pueden provocar daño articular.
El síntoma principal de la artritis destructiva es la destrucción ósea grave, que provoca una forma anormal de la zona y limita el movimiento. La afección empeora con el tiempo a un ritmo diferente en cada persona. Si no se trata eficazmente, la artritis destructiva puede provocar una pérdida ósea grave en las manos y los pies. Esto puede ocurrir en la etapa avanzada de la artritis psoriásica y la artritis reumatoide.
La artritis destructiva puede alterar la forma de los dedos de las manos o de los pies fusionándose o desgastándose a medida que las articulaciones afectadas se ven afectadas, lo que provoca la pérdida de la función articular. Este tipo de fusión se denomina anquilosis.
La artritis destructiva causa graves daños al tejido óseo, lo que resulta en manos y pies con formas anormales. Foto: Times of India
Aunque la artritis destructiva suele surgir como resultado de la progresión de la AR o la APs, sus síntomas también pueden presentarse en personas con otras enfermedades. Se han descrito casos de artritis destructiva en personas con artritis idiopática, como la artritis idiopática juvenil, la reticulocitosis multicéntrica y el lupus eritematoso sistémico.
Para detectar la enfermedad, los profesionales médicos suelen considerar la destrucción del tejido óseo y articular como un signo diagnóstico. Además, evaluar la enfermedad subyacente que la provocó es importante para desarrollar un régimen de tratamiento.
Además de los medicamentos recetados, al igual que con muchas formas de artritis, la fisioterapia es otra parte importante del tratamiento para los pacientes. En casos graves, los médicos pueden recomendar cirugía para reparar el daño óseo y tisular causado por la artritis destructiva, como un injerto óseo o una cirugía de fusión articular. Sin embargo, dado que se trata de una afección poco frecuente, es necesario que los expertos estudien más a fondo la eficacia de estos procedimientos en el tratamiento de la enfermedad.
Nhu Y ( según Medical News Today )
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