Ciudades inteligentes: infraestructura para el desarrollo sostenible
La región Asia- Pacífico está configurando el futuro urbano global con una rápida urbanización y aplicación de tecnología. Vietnam se ha sumado a la carrera, pero el progreso es lento. Para finales de 2024, muchas localidades comenzarán a completar iniciativas de ciudades inteligentes, en las que se pondrán en funcionamiento una serie de centros operativos para apoyar áreas como el transporte, la atención médica y la educación digital.
Algunas localidades pioneras como Da Nang han implementado sistemas de gestión del agua y tráfico inteligente; Hanoi y Ho Chi Minh City han desarrollado tarjetas ciudadanas digitales, servicios en línea y plataformas de datos abiertos para la gestión urbana.

Sin embargo, según el Índice de Ciudades Inteligentes del IMD y el Índice de Ciudades en Movimiento (clasificaciones internacionales de inteligencia y capacidad de desarrollo urbano), en 2025, Ciudad Ho Chi Minh se situó en tan solo el puesto 101/146, y Hanói en el 88, con bajas puntuaciones en planificación, medio ambiente y gobernanza. Esto refleja la disparidad entre la urbanización activa y la capacidad de gestión, así como las limitaciones en las instituciones, los recursos humanos y la coherencia de las políticas.
El profesor Nguyen Quang Trung, colíder del Centro de Investigación de Ciudades Inteligentes y Sostenibles de Asia-Pacífico de la Universidad RMIT de Vietnam, enfatizó: «El mayor riesgo es perseguir la tecnología sin tener en cuenta valores sociales como la privacidad, la equidad y la cohesión. Las ciudades deben estar centradas en el ser humano; la tecnología es solo una herramienta al servicio de la comunidad».
Las experiencias de Singapur, Seúl o Tokio demuestran que el éxito de las ciudades inteligentes no solo reside en la aplicación de la tecnología, sino también en la planificación integrada, el desarrollo de un transporte público moderno, viviendas ecológicas y espacios habitables humanos. Esta es la dirección que debe tomar Vietnam para construir ciudades compactas que conecten la infraestructura, el medio ambiente y las personas.
Según expertos en planificación urbana, para alcanzar el objetivo de 2050, Vietnam necesita una estrategia a largo plazo que trascienda el ciclo electoral y se base en una hoja de ruta clara: diagnóstico de la situación, desarrollo de una estrategia, planificación, implementación y seguimiento. Un organismo central de coordinación, con la participación del Estado, las empresas y el mundo académico, garantizará la coherencia, con seis pilares identificados: transporte, vivienda, medio ambiente, personas, gobierno y economía inteligente.
Vietnam también necesita priorizar recursos para infraestructura resiliente al clima, datos abiertos, viviendas ecológicas y estandarizar datos para aumentar la transparencia y la eficiencia de la gobernanza. La racionalización del aparato administrativo, al tiempo que se promueve la gestión inteligente, creará un espacio para que las localidades experimenten, compartan datos y se coordinen entre regiones. Esta será la base para que las ciudades vietnamitas sean no solo inteligentes en términos tecnológicos, sino también sostenibles en términos sociales y ambientales.
Las startups: motor endógeno del avance de Vietnam
Junto con las ciudades inteligentes, las startups se perfilan como el segundo pilar estratégico para convertir a Vietnam en una economía creativa y autosuficiente. Actualmente, el país cuenta con más de 4000 startups innovadoras, entre las que MoMo y Sky Mavis se han convertido en unicornios tecnológicos.
Según la Dra. Nguyen Thi Minh Thu, de la Universidad RMIT de Vietnam, el espíritu emprendedor no sólo promueve la economía sino que también crea oportunidades para que los jóvenes creen el futuro y resuelvan los desafíos sociales con sus propias iniciativas.

La Dra. Nguyen Thi Minh Thu también cree que las startups reflejan claramente las ventajas demográficas de Vietnam. Por ejemplo, un estudiante en Lao Cai puede aplicar inteligencia artificial completa para apoyar a pequeños comerciantes en la gestión de ventas, mientras que una joven madre en Can Tho puede abrir una plataforma de comercio electrónico que conecte a artesanos locales con clientes globales. Escenarios que antes se consideraban ciencia ficción ahora se vuelven factibles si el país crea un entorno que fomente la innovación.
Compartiendo la misma opinión, el Sr. Tim Evans, Director General de HSBC Vietnam, también comentó que Vietnam está emergiendo como un centro de startups, casi alcanzando a Indonesia y Singapur, gracias a la ventaja de una población joven y conocedora de la tecnología y altas tasas de uso de Internet y teléfonos inteligentes, junto con un fuerte apoyo del Gobierno.
Sin embargo, el ecosistema nacional de startups aún presenta muchas debilidades. El Dr. Justin Xavier, de RMIT Vietnam, señaló: «Las startups se enfrentan a una escasez de talento cualificado y a una falta de proyectos escalables. Vietnam necesita invertir más en educación y políticas para atraer inversores y fundadores».
A largo plazo, las startups estarán estrechamente vinculadas a la transición hacia una economía del conocimiento. Entre las áreas con potencial se incluyen el comercio electrónico, la inteligencia artificial, la tecnología financiera, la tecnología educativa, la atención médica y la agricultura digital. El compromiso de cero emisiones netas para 2050 también abre nuevas vías para las empresas, a medida que los modelos de negocio sostenibles se convierten en la norma.
Según la Resolución 68 del Politburó, el sector privado contribuirá con más del 60% del PIB para 2045. Si para 2050, las corporaciones privadas nacionales pueden competir a la par con las empresas regionales, liderar proyectos de infraestructura clave e integrarse profundamente en la cadena de suministro global, Vietnam surgirá como una verdadera potencia de startups.
Para lograr esta visión, los expertos afirman que Vietnam necesita fortalecer las leyes de propiedad intelectual, ampliar el acceso al capital semilla, crear incubadoras y redes de mentoría, e inculcar el espíritu emprendedor en las escuelas. La iniciativa SPARK Hub de RMIT, lanzada en 2024, se está convirtiendo en un punto de apoyo para que estudiantes, exalumnos y la comunidad hagan realidad sus ideas. Este es un modelo que debe replicarse para expandir con mayor fuerza el ecosistema de startups.
El espíritu emprendedor no solo genera valor económico, sino que también es un poder blando que impulsa a Vietnam. «La mayor fortaleza reside en la combinación de una población joven y tecnológicamente avanzada y un ecosistema en rápido crecimiento. Esta es la energía que convierte a Vietnam en una estrella emergente en el panorama global de las startups», comentó el Dr. Xavier.
Fuente: https://baotintuc.vn/khoa-hoc-cong-nghe/viet-nam-huong-toi-nam-2050-la-quoc-gia-khoi-nghiep-va-do-thi-thong-minh-20250922153502794.htm
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