El escritor Bernard Werber firma libros para lectores en Hanói - Foto: T.DIEU
La revisión revela sorprendentes similitudes entre la “sociedad” de hormigas y la sociedad humana.
1/3 corrige diligentemente los errores
El autor de la trilogía Hormigas - El día de las hormigas - La revolución de las hormigas dijo que en las fábulas de La Fontaine, las hormigas trabajan muy duro, mientras que las cigarras sólo cantan.
Pero sus observaciones de las hormigas como periodista científico demostraron que un tercio de ellas no trabajaba, un tercio trabajaba con mucha torpeza, causando únicamente obstáculos. Solo el tercio restante trabajaba con ahínco y eficacia para corregir los errores del tercio torpe, contribuyendo así al funcionamiento de toda la sociedad.
Esa es la sociedad de las hormigas. Y el autor cree que la sociedad humana también funciona así.
En declaraciones a Tuoi Tre, Bernard Werber dijo que esta era sólo su evaluación personal y que no implicaba ninguna crítica.
La sociedad humana, en todas partes y en todo momento, opera según esta "fórmula". Esta fórmula, aparentemente desigual e irrazonable, crea un sólido trípode para el modelo social de los humanos, así como el de las hormigas y posiblemente el de muchas otras especies.
Si sabemos dejar ir
Así como su concepción del significado de la escritura es abrir puertas a los lectores, las conversaciones de Bernard Werber también abren nuevas puertas al pensamiento.
Mencionó nuestras limitaciones y conceptos erróneos sobre el poder humano y la verdadera posición en el mundo , cómo los humanos usan la ciencia y la tecnología para servir a la vida, pero a menudo las usan incorrectamente...
Al compartir sobre su libro, dijo que durante mucho tiempo la gente ha querido controlarlo todo, pero eso es imposible y este pensamiento impide a las personas descubrir mundos muy diferentes y nuevas puertas.
“Si sabemos soltar, con la humildad de que no lo sabemos todo del mundo y mucho menos controlamos todas sus leyes, entonces podremos vivir otras experiencias.”
Al escribir una novela sobre hormigas, Bernard Werber recuerda una vez más a los lectores que hay que mirar atrás, a la verdadera posición de los humanos en el mundo, no a la de ser el amo más fuerte, por encima de todas las especies, como los humanos han pensado durante mucho tiempo.
Las diminutas hormigas llevan 120 millones de años en este planeta, mientras que los humanos solo llevamos 3 millones. Las hormigas poseen conocimientos de química y pueden fabricar sus propios antibióticos. También poseen una agricultura completa y el arte de la guerra...
Sobre todo, el escritor quiere decirles a todos que cierren los ojos, guarden silencio para apagar la ira en cada persona, rían juntos y difundan energía positiva.
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