El gobierno de Australia Occidental anunció el 27 de junio un plan de cinco años para erradicar los gatos salvajes y proteger las especies nativas mediante el uso de trampas rociadas con gel tóxico.
Gatos y aves salvajes se alimentan de cadáveres en Australia. Foto: iStock/Getty
La solución australiana es la trampa Felixer, un dispositivo que rocía un gel tóxico con fluoroacetato de sodio. Los gatos lamen el gel y se envenenan. El gobierno de Australia Occidental planea arrendar 16 trampas Felixer a Thylation y colocarlas en zonas donde habitan especies nativas amenazadas.
La trampa solar Felixer utiliza láseres y cámaras para distinguir si un animal que pasa es un gato salvaje. Solo rocía un gel tóxico si el animal tiene la forma y el comportamiento de un gato. La trampa funciona mejor en zonas con mucho tráfico de gatos, como cercas.
"En miles de pruebas, el dispositivo ha distinguido con precisión a los gatos salvajes de los animales nativos", afirmó Reece Whitby, director de la Agencia de Medio Ambiente de Australia Occidental.
Según la Organización de Control de Gatos Salvajes de Australia Occidental, las trampas Felixer son útiles en zonas donde no es apropiado usar cebos ni armas de fuego. Sin embargo, son caras y no son adecuadas para su uso a gran escala.
La estrategia de erradicación de gatos salvajes de cinco años también incluirá el uso de cebos cuando sea necesario, hasta 880.000 cebos por año, así como un mayor financiamiento para que las comunidades ayuden a erradicar los gatos salvajes.
Los gatos asilvestrados son una especie invasora en Australia, introducida por colonos europeos en el siglo XVIII, y han prosperado. Son responsables de la muerte de millones de animales autóctonos. Se estima que matan a 3 millones de mamíferos, 1 millón de aves y 1,7 millones de reptiles en Australia cada día. También han causado la extinción de 28 especies en Australia y se consideran una grave amenaza para más de 100 especies.
Thu Thao (según Newsweek )
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