Síntomas típicos de la psoriasis
La psoriasis se produce porque el proceso de renovación celular es más rápido de lo normal. En personas sanas, se crean y reemplazan nuevas células cutáneas cada 3 o 4 semanas, mientras que en las personas con psoriasis, este ciclo solo dura entre 3 y 7 días.
La proliferación anormal provoca la acumulación de células cutáneas, formando placas gruesas, escamosas y ásperas. La enfermedad suele progresar por etapas, desde asintomática o con síntomas leves hasta brotes graves.
Los signos comunes de la psoriasis incluyen:
- La erupción es irregular y varía en apariencia, desde pequeñas manchas similares a la caspa hasta grandes manchas en todo el cuerpo.
- El color de las lesiones varía según los grupos de piel: las personas de piel marrón o negra a menudo tienen erupciones moradas; las personas de piel blanca a menudo tienen erupciones rosadas o rojas con escamas plateadas.
- Pequeñas manchas escamosas, comunes en niños.
- La piel seca y agrietada puede sangrar.
- Picazón, ardor o dolor.
- La erupción es cíclica: aparece durante semanas o meses y luego desaparece.

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica y recidivante de la piel que afecta aproximadamente entre el 2 y el 3% de la población.
¿Quién es susceptible a la psoriasis?
Se estima que entre el 2% y el 3% de la población mundial padece psoriasis, con tasas que varían según la edad, la ubicación geográfica, la raza y las influencias ambientales y genéticas. La enfermedad puede aparecer a cualquier edad, pero suele comenzar antes de los 20 años.
Los europeos tienen mayor riesgo que los asiáticos. Además, existe un fuerte componente familiar en esta afección. Las personas con enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, tienen mayor riesgo de desarrollar psoriasis.
Además, la obesidad y los trastornos cardiovasculares y metabólicos como la diabetes también se asocian a la enfermedad.
La psoriasis es una enfermedad crónica y su tratamiento sigue siendo difícil. Además de las manifestaciones cutáneas, la enfermedad también causa dolor, insomnio y disminución de la concentración. La enfermedad suele progresar en ciclos: brotes que duran semanas o meses y luego remiten.
Aunque se han introducido muchos medicamentos nuevos para ayudar a reducir los síntomas y las complicaciones, el costo del tratamiento sigue siendo alto, lo que dificulta el acceso a él para muchos pacientes.
La psoriasis también aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades como artritis psoriásica, linfoma, enfermedades cardiovasculares, enfermedad de Crohn y depresión. Alrededor del 30 % de las personas con psoriasis pueden desarrollar artritis psoriásica. Los jóvenes con psoriasis tienen un mayor riesgo de diabetes y un riesgo 1,58 veces mayor de hipertensión arterial que las personas sin psoriasis.
Resumen: La psoriasis es una enfermedad crónica que requiere tratamiento a largo plazo. La enfermedad puede afectar al paciente de por vida, causando un gran impacto en la psicología, la estética y la calidad de vida. Muchas personas abandonan el tratamiento, lo que provoca una grave exacerbación de la enfermedad y complicaciones peligrosas.
Las personas que aún no han contraído la enfermedad necesitan fortalecer su resistencia y limitar las infecciones y lesiones para evitar afectar el sistema inmunitario. Las personas de grupos de alto riesgo, especialmente aquellas con familiares que han contraído la enfermedad, deben someterse a pruebas de detección temprana para un tratamiento oportuno.
Los pacientes deben seguir las instrucciones del médico, evitar la luz solar intensa, mantener la piel limpia y limitar el consumo de alcohol y tabaco. La dieta debe reducir los alimentos grasos y aumentar el ácido fólico y los omega-3 (como la caballa y el salmón) para complementar el tratamiento.
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/benh-vay-nen-dau-hieu-nhan-biet-va-nhung-ai-co-nguy-co-cao-169251121000547924.htm






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