El desayuno es la comida más importante del día. Tras un sueño prolongado de 6 a 8 horas, el cuerpo tiende a deshidratarse y necesita nutrición. Por lo tanto, un desayuno nutritivo ayuda al cuerpo a reponer energía rápidamente y a empezar el día con más energía. Saltarse el desayuno no solo provoca desnutrición, con efectos inmediatos, sino que también puede provocar enfermedades crónicas.
5 efectos nocivos directos para el organismo si te saltas el desayuno habitualmente
Ilustración
Siempre hambriento, lo que provoca aumento de peso.
Según nutricionistas, saltarse el desayuno puede aumentar los antojos porque provoca una bajada de azúcar en sangre, lo que desencadena la liberación de hormonas del hambre, lo que provoca antojos de dulces o alimentos ricos en calorías, lo que lleva a picar entre comidas poco saludables. Un estudio demostró que saltarse el desayuno puede provocar comer en exceso más tarde, lo que contribuye al aumento de peso con el tiempo.
Mayor riesgo de enfermedades gastrointestinales
Muchas personas sufren de enfermedades estomacales por saltarse el desayuno. Esto se debe a que el estómago permanece hambriento durante mucho tiempo, lo que provoca una secreción excesiva de jugo gástrico, pero sin nada que digerir. Por lo tanto, el ácido estomacal ataca la mucosa gástrica, lo que provoca gastritis, acidez y reflujo ácido.
Efectos sobre la salud cardiovascular
Saltarse el desayuno afecta en gran medida al sistema cardiovascular porque el cuerpo humano sufre de hipoglucemia, presión arterial alta, causando bloqueo arterial, aumentando así el riesgo de enfermedades cardiovasculares crónicas, especialmente accidentes cerebrovasculares.
Mayor riesgo de diabetes tipo 2
No desayunar reduce la circulación sanguínea, por lo que el cuerpo no produce suficientes hormonas para regular el metabolismo, alterando así el nivel de azúcar en sangre y provocando mareos, fatiga y riesgo de diabetes tipo 2.
Disminución de la capacidad de concentración
Saltarse el desayuno puede provocar fácilmente niveles bajos de azúcar en sangre, reducir el suministro de energía al cerebro y hacer que el cuerpo se sienta cansado, tenga dolores de cabeza, mareos y falta de concentración.
Además, uno de los efectos secundarios obvios de saltarse el desayuno es que el hambre puede provocar irritabilidad, inquietud y una menor capacidad para ver las cosas con claridad. Esto se debe a la sobreproducción de hormonas del estrés, que pueden provocar ira y frustración con facilidad.
Envejecimiento rápido
Saltarse el desayuno obliga al cuerpo a movilizar el azúcar y las proteínas almacenadas para alimentar sus actividades. Esto provoca que la piel se seque, se broncee y se vea privada de nutrientes, lo que provoca la aparición de arrugas, sobre todo alrededor de los ojos y el rostro.
¿Cuál es la mejor manera de desayunar?
El desayuno es la comida más importante del día. Un desayuno completo te dará energía para un día largo. Tu cuerpo no se cansará y estarás más concentrado en tu trabajo.
Según la asociación de nutrición, un desayuno nutritivo incluye alrededor del 60% de carbohidratos, del 10% al 14% de proteínas y del 25% al 30% de grasas en la energía total proporcionada al cuerpo durante el día.
Los alimentos ricos en almidón son principalmente arroz, pan, cereales, fideos y pho. Los alimentos ricos en proteínas son huevos, leche, legumbres y derivados, y carnes. Frutos secos como el maíz, las almendras y las nueces aportan ácidos grasos omega 3, muy beneficiosos para la salud.
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