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Los turcos preparan café enterrando una cafetera llena de agua en una olla con arena caliente sobre el fuego o una estufa eléctrica.
En 2013, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación , la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció la cultura y las tradiciones del café turco como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. La forma de preparar y disfrutar el café en este país posee muchas características únicas, diferentes a las del resto del mundo.
El café de arena es una de esas características únicas. Al prepararlo, se vierten los posos de café y el agua en una olla metálica especial de mango largo llamada "cezve". La cafetera coloca el cezve en una olla con arena caliente, ya sea sobre el fuego o en una estufa eléctrica. El calor de la arena que rodea la olla hace que el café forme espuma rápidamente.
Una vez que el agua hierve, se vierte el café en una taza pequeña para servir al comensal, y luego el cezve se entierra en la arena tres o cuatro veces más sin añadir agua. Los posos de café se depositan en el fondo, lo que le da a este café turco tradicional una textura densa y rica. La temperatura de preparación también se puede ajustar según la profundidad del cezve con fondo de cobre en la arena.
El café turco se prepara tradicionalmente hirviendo agua sobre arena caliente. Foto: Adobe Stock
La pequeña taza de café que se sirve en un cezve se llama demitasse y tiene aproximadamente el tamaño de un expreso. Demitasse, que significa "media taza" en francés, es la taza de café más pequeña. En Turquía, el café se suele servir con el postre.
El café turco de arena caliente tiene una larga historia y aún no se ha determinado con exactitud el origen de este método de preparación. Los estudiosos locales creen que se originó en la cultura otomana, el imperio que se extendió por el sur de Europa, Oriente Medio y el norte de África, desde el siglo XIV hasta principios del siglo XX. El imperio se originó en la región de Sogut, en la actual Turquía, y durante más de siete siglos de su existencia, la capital otomana siempre estuvo ubicada en el territorio de lo que hoy es Türkiye.
Desde la época otomana, los sultanes y nobles exigían a sus sirvientes que prepararan el café en arena caliente. Este método permite una transferencia de calor más uniforme y completa que calentar el café directamente sobre el fuego. Además, el café queda más espeso y suave de lo habitual.
La adivinación con posos de café también es una práctica cultural popular entre los lugareños. Tras terminar una taza de café, el bebedor la voltea para que los posos goteen y formen patrones en el platillo. El adivino observa los patrones y predice el destino del "cliente".
La cultura del café turco también está presente en las bodas. Es costumbre que el novio traiga a su familia para conocer a la familia de la novia y pedirles su bendición. La novia preparará café para la familia del novio y podrá añadir sal en lugar de azúcar a la taza. El novio no puede quejarse de que lo estén "jugando", ya que se considera de mala educación. El hecho de que el novio termine el café salado sin molestarse se considera prueba de que la novia ha encontrado un buen marido.
Café de arena turco
Los turcos tienen un dicho: "El recuerdo de una taza de café dura 40 años", para describir su cultura de beber café.
El café turco con arena es diferente del café común, aunque utiliza los mismos ingredientes. Los distintos métodos de preparación producen distintos sabores e intensidades. Muchos creen que usar cobre para calentar la arena le da al café un sabor más intenso y sabroso.
Independientemente del método utilizado, el café turco es generalmente aromático, rico, espumoso y muy caliente.
Anh Minh (Según la UNESCO, Lonely Planet )
Fuente: https://vnexpress.net/ca-phe-cat-tho-nhi-ky-4656044.html
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