En la última operación en Río de Janeiro el 2 de agosto, la policía dijo que respondió al fuego en un tiroteo en la zona del Complexo da Penha, matando al menos a 10 personas.
Según medios locales, entre las 10 personas asesinadas se encontraban un narcotraficante y un traficante de personas. Otras cuatro resultaron heridas, entre ellas un policía.
La policía dijo que la operación en la favela Complexo da Penha de Río de Janeiro se inició después de informes de inteligencia de que una reunión de líderes del narcotráfico se llevaría a cabo en la zona.
Testigos dijeron a los medios locales que escucharon múltiples disparos y enfrentamientos entre pandilleros fuertemente armados y policías.
Al menos 45 personas murieron en redadas policiales contra bandas de narcotraficantes en tres estados brasileños. Foto: AP
Talíria Petrone, miembro de la legislatura del estado de Río, condenó la medida y dijo que no había ninguna razón justificable para que el estado siguiera haciendo de la vida en las favelas un infierno.
Las escuelas alrededor del Complexo da Penha cerraron el 2 de agosto, obligando a unos 3.220 estudiantes a quedarse en casa.
El Instituto Fogo Cruzado, una organización que analiza datos sobre la violencia armada en Brasil, dijo que ha habido 33 incidentes similares en la ciudad desde principios de año, matando a 125 personas.
Anteriormente, 16 personas murieron en una redada policial de cinco días en el estado de São Paulo, denominada Operación Escudo.
La BBC informa que 58 personas fueron arrestadas en el operativo en el estado de São Paulo, tras la muerte de un agente de la policía especial el 27 de julio en la ciudad costera de Guarujá. Según medios locales, la policía incautó 385 kg de drogas y armas.
Armas confiscadas por la policía durante una redada contra una banda de narcotraficantes en Río de Janeiro. Foto: Reuters
Sin embargo, el incidente en Guarujá ha sido criticado por el ministro de Justicia de Brasil, Flavio Dino, quien dijo que la respuesta policial fue demasiado dura.
En una entrevista el 1 de agosto, el gobernador del estado de São Paulo, Tarcisio de Freitas, dijo que entre los muertos en los enfrentamientos había dos policías.
En el estado nororiental de Bahía, funcionarios brasileños dijeron que 19 sospechosos habían sido asesinados desde el 28 de julio. Entre el 28 de julio y el 7 de agosto se produjeron enfrentamientos entre la policía y pandilleros en las ciudades de Salvador, Itatim y Camaçari.
En Salvador, los enfrentamientos entre la policía y sospechosos armados dejaron cuatro muertos. Las escuelas de la zona cerraron. La policía incautó armas, teléfonos y drogas.
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