Según The Economist, la posesión de misiles de largo alcance ya no se limita a unas pocas potencias militares como antes, sino que se ha extendido a muchos países, así como a las fuerzas milicianas en Oriente Medio.
Esto alteró el panorama estratégico de la región y condujo a una preocupante carrera de misiles.
Según estimaciones del experto Hassan Elbahtimy, del King’s College de Londres (Reino Unido), actualmente hay 11 países en la región que poseen misiles balísticos o de crucero con un alcance superior a 250 kilómetros.
Una estadística israelí indica que las fuerzas armadas de Hamás poseían aproximadamente 30.000 misiles en 2021. El arsenal más sofisticado de Hezbolá en el Líbano cuenta actualmente con alrededor de 150.000 misiles, incluidos aproximadamente 400 misiles de largo alcance capaces de alcanzar cualquier lugar de Israel.
Más importante aún, los Estados ya no tienen el monopolio de la tecnología. Durante los últimos 20 años, Irán ha suministrado drones, cohetes y misiles, así como conocimientos técnicos de fabricación, a Hamás, a las fuerzas hutíes en Yemen, a las milicias en Irak y Siria, y especialmente a Hezbolá. Como resultado, estos grupos armados ahora representan una amenaza militar que, hace 20 años, solo los Estados podían representar.
Sin embargo, las cifras no son el problema principal. Anteriormente, la mayoría de las naciones que querían atacar a enemigos distantes requerían costosas fuerzas aéreas. Pero ahora, los participantes que no necesariamente poseen fuerzas aéreas aún pueden atacar territorio enemigo en profundidad. Esto cambia los cálculos estratégicos. En una guerra futura que muchos funcionarios israelíes consideran inevitable, aumentará la proporción de misiles disparados por interceptores utilizados.
El ingeniero israelí Yair Ramati, exdirector de la agencia de defensa antimisiles del Ministerio de Defensa de Israel, observa que la carrera armamentística lleva más de 30 años en marcha, en la que todas las partes han aumentado continuamente sus arsenales, mientras que Israel ha tenido que desarrollar sus sistemas de defensa. Y esta carrera no muestra signos de desaceleración.
MINH CHAU
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