El libro "Heidi" fue escrito hace más de 100 años, pero los niños de hoy todavía pueden captar fácilmente su significado completo.
En octubre, la Editorial de Mujeres Vietnamitas publicó Heidi, el libro más famoso de la escritora suiza de literatura infantil Johanna Spyri (1827-1901).
La historia trata sobre una niña huérfana que llega a vivir con su abuelo en los inmensos Alpes. Todos sienten lástima por Heidi cuando tiene que vivir con ese anciano excéntrico y gruñón. Pero con su mirada inocente y llena de bondad, la pequeña cambia la vida de muchas personas.
Con la auténtica y fresca naturaleza suiza como telón de fondo, Johanna Spyri teje pequeñas historias sobre el amor, el compartir, la libertad y los prejuicios.
Muchos países de todo el mundo han traducido Heidi (existen 13 versiones diferentes solo en inglés, de 1882 a 1959). El libro también ha sido adaptado al cine, al teatro, a los videojuegos...
Basándonos en el número de ejemplares vendidos, Heidi se sitúa entre los libros más vendidos de todos los tiempos.
Portada del libro "Heidi" (Foto: Editorial de Mujeres Vietnamitas).
La obra se abre con la imagen de una niña muy activa y amante de la libertad llamada Heidi: "Entonces Heidi se sentó de repente, se quitó las botas y las medias. Se quitó el grueso pañuelo rojo y luego se desabrochó su vestido más hermoso.
Se quitó los dos vestidos y se quedó allí, con sus enaguas puestas, agitando los brazos con alegría. Luego dobló su ropa en una pila ordenada y salió corriendo a reunirse con Peter y las cabras.
Esta acción evoca el deseo de desprenderse de las “cargas”: sólo entonces las personas pueden buscar libremente la alegría y la felicidad.
Los lectores quedarán impresionados con la escena en la que la tía Detie regaña a Heidi: "Heidi, ¿qué demonios haces? ¡Mira cómo estás! ¿Qué has hecho con los vestidos? ¿Dónde está la bufanda? ¿Y qué hay de las botas nuevas que te compré para que las uses aquí y de los calcetines que te tejí?".
Sin embargo, la niña respondió con calma: "No los necesito".
La tía Detie devolvió a Heidi a su abuelo, el misterioso y difícil Alp. Con la mente y el alma despejadas, Heidi conoció a su abuelo con libertad tras muchos años de separación,exploró rápidamente su nuevo entorno e incluso lo ayudó con entusiasmo a preparar la cena.
La primera noche que Heidi durmió en la montaña, la imagen de una muchacha bella y pacífica, como un ángel, de repente llenó la mente aparentemente seca de Alp.
La vida en la montaña es difícil en muchos sentidos, pero Heidi nunca la ha considerado una carencia ni una dureza. Siempre busca lo natural y accesible que, para ella, es verdaderamente pleno y fresco.
Heidi no sólo experimenta, sino que también se integra, hace amigos y crea muchos vínculos: con paisajes, animales y personas.
Al dar amor puro e ilimitado, Heidi hace que todo y todos en las tierras altas se aferren a ella, de modo que todos también tienen una conexión cálida entre sí.
"Heidi" fue adaptada al cine en 1937 (Foto: Museo de Historia de la Montaña).
Al decidir traducir a Heidi, el traductor Nguyen Bich Lan quería encontrar dones en los niños.
El libro no es sólo "para niños", sino todo lo contrario, la propia niña Heidi nos ha dejado muchos regalos valiosos: una perspectiva clara y sin prejuicios; entusiasmo y determinación al empezar a hacer todo; honestidad y, sobre todo, confianza: amabilidad.
"Cada palabra y acción de la niña contiene una energía alegre, la capacidad de tranquilizar y puede sanar no solo a sus compañeros, sino también a los adultos, a los ancianos, a las personas exitosas y a las fracasadas", dijo el traductor Nguyen Bich Lan.
Gracias a Heidi, nos dimos cuenta de que si queremos hacer amigos, primero debemos ser amigos. El libro se escribió hace más de 100 años, pero los niños de hoy aún pueden comprender fácilmente su verdadero significado, comentó The Guardian.
Phuong Hoa (según dantri.com.vn)
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